Escribe: Ana Maritza Cortez
Fue la primera vez que desperté del sueño para acabar en otro que se transformaba continuamente. Revisé cada rincón del campamento mientras esperaba dar con alguien o algo que me dijera “perteneces acá”. Entonces 47 países desfilaron ante mí, estamos en México con la Ruta Quetzal.
Fue la primera vez que desperté del sueño para acabar en otro que se transformaba continuamente. Revisé cada rincón del campamento mientras esperaba dar con alguien o algo que me dijera “perteneces acá”. Entonces 47 países desfilaron ante mí, estamos en México con la Ruta Quetzal.