Escribe: Ana Maritza Cortez
Fue la primera vez que desperté del sueño para acabar en otro que se transformaba continuamente. Revisé cada rincón del campamento mientras esperaba dar con alguien o algo que me dijera “perteneces acá”. Entonces 47 países desfilaron ante mí, estamos en México con la Ruta Quetzal.
Fue la primera vez que desperté del sueño para acabar en otro que se transformaba continuamente. Revisé cada rincón del campamento mientras esperaba dar con alguien o algo que me dijera “perteneces acá”. Entonces 47 países desfilaron ante mí, estamos en México con la Ruta Quetzal.

La ruta comienza desde que preparas el trabajo para ingresar y no sabes que pasará, ¿será suficiente? Investigas cuanto puedes, decides ¿literario, musical, plástico? ¿Cuál es mi fuerte? Y lo mandas a la embajada cultural de España. Ahora también piden un proyecto social. En mi caso solo esperaba que alguien llamara. Paso número dos: la entrevista, ya pasó el trabajo ¿pasaré yo? Su entrevista es a las 4 de la tarde, hay 5 lugares y 20 clasificados. Sonríe. Los antiguos ruteros de tu país te dan la bienvenida a una nueva familia cuando ya eres aceptado y entonces les brillan los ojos cuando te cuentan sus experiencias, el amor por Jesús Luna, jefe de campamento, el eterno agradecimiento a Miguel de la Quadra-Salcedo, creador de la ruta y aventurero por excelencia, el síndrome de Superman.

“Todo el mundo a levantarse, ha comenzado un nuevo día, ha comenzado una nueva aventura. Todo el mundo a levantarse con alegría e ilusión para la aventura de hoy..”- Jesús Luna

“La vida rutera la vida mejor,
Sin trabajar
Sin estudiar,
Con la camisa oficial”
Cuando uno es rutero comprende que algunas necesidades, no son realmente necesarias y otras sí.
Llegar a Madrid y esperar a los europeos en el Canal de Isabel II, esperar a Bibi, Julia, Raquel y Chris para bailar y cantar por todos lados. Esperar a Maria y Alma para contarnos todo en las carpas, para explorar este nuevo cielo de noche. En México el cielo estaba lleno de estrellas, debíamos de dormir porque esa era la orden, no queríamos dormir porque nos moríamos de calor, apenas utilizábamos el saco sábana. Abríamos la puerta de la carpa y con las cabezas afuera mirábamos el cielo, hablábamos de Cartoon Network, las Chicas Superpoderosas en España, Polonia y Perú.
"En Veracruz lo sospeche,
soy alimaña, soy alimaña
Y con los Mayas lo confirme,
¡Soy alimaña con caché!"
Los titiriteros ayudaban a despertarte por las mañanas, a despertarte en el autobús, a despertarte la alegría, a despertarte las ganas de bailar, de cantar. Los titiriteros cambiaron la canción de la cucaracha en medio del Tajín, asentamiento Maya con fundamento agrícola, y decidieron que no podía caminar porque le faltaba las botas de la marca Panama Jack.
Chicas, aprovechen la ruta y vívanla al máximo. No hay momentos así en la vida donde te encuentras con personas de todas partes del mundo vistiendo lo mismo, viviendo lo mismo. Hoy nada nos diferencia y es por ello que los amigos que haces acá son para siempre. Porque los haces de corazón. Eso nos dijo Adela, monitora de mi grupo. Y ahora tiene sentido la frase del Principito que dice: "Lo esencial es invisible a los ojos"
Miguel de la Quadra-Salcedo por Martin Izquierdo |
En la Ruta nos asignan grupos, en mi año eran 15. Los 9 primeros eran de mujeres y el mío era el número 2, también te asignaban tu monitor y tus compañeras de carpa. Todo está perfectamente organizado para que puedas conocer muchas culturas y formas de pensar, además de que así es más fácil asignar quienes se bañan primero y quienes comen primero. ¡Los impares a comer, los pares a la ducha! Y de pronto coges tu ropa de baño, shampoo, jabón y encuentras a Jesús Luna parado sosteniendo una manguera enorme encima de un gran camión de agua, como el camión de bomberos. La ducha. Hombres y mujeres aclamando el agua. Esto cabe resaltar no pasaba todos los días, la mayor parte encontramos baños con duchas y en España teníamos duchas portátiles.
Nuestra ruta por España nos llevó a Lisboa y Lisboa llevó a la gente a tomarse fotos y más fotos con la Torre de Belem. Walbert se sentía bien en Lisboa porque por fin podía entender todo con mayor facilidad, verán Walbert es brasileño y su español no era precisamente el más fluido. Hablar español es una de las bases de la ruta, fácil para quienes lo hablamos y también ciertas veces conveniente para quien no. Christina es Chipriota, valiente, decidida. En los buses que tomamos para movilizarnos en México tenían micrófonos y a veces hacían concursos o se volvía un karaoke. Cierto día decidieron regalar recuerdos de la ciudad que habíamos visitado a quienes se pararan al frente del bus y recitaran un poema. Christina lo hizo en griego, su idioma natal. ¡Qué lindo Chris! ¿Qué significa?, le pregunté. Nada, me respondió, me lo acabo de inventar.

Con Juanbo hablamos de cómo sería volver a ver a nuestra familia, pensamos que sería ideal ir saludarlos, abrazarlos, recoger más ropa y volver. Tal vez sí estábamos cansados, pero solo físicamente. Jesús Luna y los amigos siempre te animaban a despertarte y comenzar el día para ver qué más podía pasar. ¿Le dirá para que sea su novia?¿Existe una lista de los novios de la ruta?¿Me has puesto ahí?¿Es un censo?¿Ganó España?¡Villa!¡Villa!¡Villa maravilla! La final del mundial es contra Holanda. ¿Qué pasa si gana Holanda?¡El único holandés es Jorrit! ¡Hay un festival de bailes europeos acá en Segovia! El coro de la ruta va a volver a cantar la cucaracha. Verdad, el coro cantó la Nuit de Les Choristes frente al Chichen Itzá. La noche en Ávila es hermosa, podemos ver toda la ciudad. Todas las fases de Goya en el museo del Prado en Madrid. ¿Sabías que esta forma de pintar los pies significa algo? ¿Cómo sabes? ¡Algún día regresaremos en un descapotable rojo e iremos por toda Europa en busca de las mejores fiestas!¡Prometido!
El camino de Santiago, su catedral, los reyes salen de misa por el año San Compostelano. Amelie de Reino Unido intercambio algunas palabras con la reina Sofía. Y de vuelta a Madrid solo quedo una noche más, la noche más larga del mundo. Todos vestíamos los trajes típicos de nuestro país que nunca nos pusimos para ver a los reyes, yo desmembré el mío entre mis amigas para que tuviesen un poquito de Perú. Era la fiesta final, algo más silenciosa. En México, Bancomer nos había organizado una con Dj y Mariachis, todas las chicas se pasaban el delineador y se amarraban las mantitas rosas que nos regalaron como faldas. Lo bueno es que no es realmente una despedida. Es real decir que la distancia hace que cada uno tome su rumbo pero el cariño por estas personas no lo cambia el tiempo ni aunque insista.
Las mejores aventuras son aquellas que te muestran un comienzo y no un final, las que te abren la mente y te invitan a vivir los sueños en las cosas esenciales de la vida. Las que te dejan además de un recuerdo, una huella que te fortalece y que te invita a creer. La ruta es el comienzo, la vida es un sinfín de aventuras.
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