Tres aplicaciones de la economía que jamás esperabas…

Escribe: Juan Carlos Salinas Morris

Si bien es cierto que la economía es una ciencia seria en muchos sentidos, también existe la manera de aplicarla en nuestro día a día. Y esto se vuelve interesante cuando aquellos tipos serios (sí, esos sujetos que cuentan con PhD, y hasta galardonados con el Premio Nobel en economía) escriben, de manera seria, sobre temas que a muchos de nosotros se nos cruzan por la cabeza siempre. A continuación, les hablaré un poco sobre tres estudios que me parecieron, a todas luces, “diferentes”. ¡No se lo pierdan!

1. ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?

Y es que, ¿a quién no se le ha cruzado nunca esta pregunta al menos una vez en su vida? Claramente, cada uno tiene su opinión (yo considero que primero fue el huevo, dado que de ahí nació la primera “gallina” tal cual la conocemos hoy en día, a partir de una mutación genética de sus padres). Pues Walter N. Thurman, PhD en Economía de la Universidad de Chicago, se hizo la misma pregunta. Este señor, con más de 40 publicaciones en los mejores journals de economía en el mundo, realizó un estudio utilizando data desde 1893 hasta 1930 de la producción de huevos de Estados Unidos y la población de pollitos (#PollitosEnFuga). ¿Qué hizo exactamente?

Utilizó un concepto conocido en economía como la Causalidad de Granger. En simple, si se posee una variable “X” y una variable “Y”, si valores pasados de “X” permiten predecir valores presentes de “Y”, entonces “X” causa en el sentido de Granger a “Y”. En este caso en particular se realizó el test para ambos lados: se verificó si es que los huevos causan en sentido de Granger a los pollitos, o si es al revés (causalidad unidireccional). ¿Cuál fue su conclusión? Que, efectivamente, el huevo llegó primero. Y qué creen, este artículo se encuentra disponible en Jstor (#TemaParaIE1 #InspiraciónVenAMi). Si desean saber más acerca de este estudio, consulten la siguiente dirección web: https://sycophant.files.wordpress.com/2007/04/thurman-1988.pdf

2. ¿Problemas con el asiento del retrete?

En general, las mujeres consideran que es responsabilidad del varón bajar el asiento del retrete luego de utilizarse. No obstante, ¿por qué debería de ser así? ¿Se podrá abordar este tema desde un punto de vista económico? La respuesta es, sorprendentemente, sí. Jay Pil Choi, profesor distinguido de la Universidad de Michigan y PhD en Economía de la Universidad de Harvard, realizó un estudio en 2002 acerca de si existe alguna justificación eficiente para el supuesto de que los hombres deberían dejar el asiento del baño abajo luego de usarse. ¿Qué hizo exactamente?

Puso a prueba la regla que todo visitante varón deberá bajar el asiento del retrete antes de retirarse, en términos de eficiencia. Imagine que existe la misma probabilidad de que el visitante al baño sea hombre o mujer (50%). Si se cumple la regla, entonces todos los hombres que visiten el baño tendrán que levantar el asiento del baño, hacer sus necesidades (#INeedToPee), y finalmente bajar el asiento del baño antes de retirarse. Ojo: se estaría incurriendo en este “inconveniente” dos veces (antes y después de eliminar el exceso de fluidos). Si no se hiciera caso a esta regla, y cada uno dejara el asiento del baño a su conveniencia (hombres arriba, mujeres abajo), entonces este costo se incurriría sólo una vez, y sólo si el visitante siguiente es del sexo contrario. ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¡Que la visita al baño sea perfectamente intercalada! En este caso, el costo sería el mismo que si se siguiera la regla inicial. En conclusión, dejar el asiento del baño a su conveniencia es estrictamente dominante a que todo visitante varón deberá bajar el asiento del retrete antes de retirarse, en términos de eficiencia. #LoLogramos #IgualdadDeGénero. Si desean saber más del tema y el modelo, visiten el siguiente link: https://msu.edu/~choijay/etiquette.pdf

3. ¿Existe relación entre las propinas que reciben las stripers y su ciclo ovulatorio?

Muchos consideramos que, los seres humanos, podemos planificar y programar la fecha en la cual vamos a tener descendencia. Y es que no ejercemos relaciones sexuales simplemente por el instinto de reproducir nuestra especie. ¿Alguien considera que el estro o la “época de celo” (ovulación) de una mujer es determinante para atraer a hombres? Si bien el sexo femenino se encuentra más receptivo y propenso a ser atractivo por el sexo opuesto, muchos estudios afirman que el el estro se perdió a través de la evolución humana.

No obstante, ¿se podrá comprobar lo contrario a partir de un análisis económico? Geoffrey Miller (PhD en psicología cognitiva de la Universidad de Stanford); Joshua M. Tybur (PhD en psicología de la Universidad de Nuevo México) y Brent D. Jordan (bachiller en psicología e historia, y maestro en sociología, de la Universidad de Nuevo México) realizaron un estudio acerca de si efectivamente el ciclo ovulatorio determina un mayor o menor nivel de propina para las stripers #NoEsNecesarioSerEconomistaParaHacerEconomía. Para ello, se examinaron los ciclos ovulatorios de stripers profesionales (aproximadamente 5,300) que trabajaban en night clubs para varones, y se observó que existía una relación entre el ciclo ovulatorio y las propinas recibidas. ¿Cuáles fueron sus resultados?

• Una participante en un ciclo ovulatorio normal ganaba aproximadamente USD 335 por cada 5 horas durante la ovulación, USD 260 durante fase luteal (previo a la ovulación) y USD 185 durante menstruación (posterior a la ovulación).
• Participantes que adquirían pastillas anticonceptivas no mostraban esos picos en ingresos generados por la ovulación.

Este paper constituye la primera evidencia económica directa de la existencia y la importancia de la ovulación en las mujeres contemporáneas, en un entorno laboral real. Claramente, estos resultados tienen claras implicancias en la evolución humana, la sexualidad y economía. Si desean saber más, pueden darle click al siguiente link: http://psych.unm.edu/people/directory-profiles/miller-papers/2007-lapdancer-cycles.pdf

¡Espero les haya gustado! 

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