Escribe: Pablo Del Águila
Al comenzar este mes, el Banco Central de Chile redujo la proyección de crecimiento para lo que resta de 2014 a un rango entre 1.75% y 2.25%. ¿Cuál fue el motivo? Sobre este tema se han ensayado una serie de causas, algunas más estructurales que otras (alto precio de la energía, desigualdades en el acceso a educación de calidad, entre otras). Sin embargo, la más inmediata es la caída del precio de los minerales, especialmente el del cobre.
Veamos, primero, una de las causas fundamentales que conllevó a esta caída. China es el principal importador de cobre, así como de muchos otros metales, a nivel mundial, alrededor del 40% del total. Durante este año, el sector de servicios de este país se ha estado desacelerando, especialmente energía y construcción. Esta contracción en la demanda ha generado presiones a la baja en el precio del cobre. Esto se traduce en una caída en los términos de intercambio y, como resultado, un escenario externo menos favorable. No obstante, para entender por qué esto resulta realmente relevante para Chile, es necesario desagregar algunos datos.
Empecemos con las exportaciones. En los últimos cinco años, las exportaciones han representado más del 30% del PBI, un porcentaje altamente considerable. Comencemos a navegar con mayor profundidad en las cifras relevantes. Analizando los datos del Banco Central de Chile, se puede notar que en los últimos diez años, las exportaciones mineras muy difícilmente han sido menores al 50% del total. De hecho, en los últimos dos años ha rondado el 57%.

Este problema se puede evaluar, por supuesto, desde muchas aristas. Existe, por ejemplo, un efecto adicional sobre la producción física de cobre que afecta las exportaciones también de manera importante. Debido a las expectativas de que el precio del cobre se mantenga a un nivel bajo o de que siga disminuyendo, la inversión en el sector ha disminuido; hay muchos proyectos que se han parado, porque existe incertidumbre sobre su rentabilidad. Esta desaceleración en la producción no ha permitido contrarrestar el impacto de los precios en la desaceleración del crecimiento del producto.
Otro efecto, que es indirecto, aunque de menor magnitud, se relaciona con los servicios ingenieriles. De acuerdo a un estudio realizado por Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería y la Coalición de Exportadores de Servicios de la Cámara de Comercio de Santiago, las exportaciones de servicios de ingeniería de consulta de Chile alcanzaron los US$ 64 millones durante el primer semestre del presente año. Ello representa aproximadamente una caída del 10% con respecto al mismo periodo del año pasado, que se ve acentuado en lo que respecta a los servicios relacionados a la extracción del cobre.
Estas exportaciones fueron afectadas por una caída en los envíos a nuestro país, el cual es el principal mercado de la ingeniería chilena, con servicios especialmente concentrados es proyectos mineros. En el primer semestre del año pasado, las exportaciones de servicios ingenieriles chilenos a Perú alcanzaban aproximadamente US$ 45 millones (63% del total de servicios ingenieriles). Sin embargo, en el primer semestre de este, se redujeron a aproximadamente US$ 38 millones (38% del total). Se puede observar que existe cierto grado de complementariedad entre nuestras estructuras de producción. No obstante, Chile nos lleva la delantera, puesto que ha conseguido un mayor nivel de especialización incursionando en actividades que van más allá de la explotación del recurso.

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Buen articulo. Pero por mas que no crezca bien, el nivel de vida en Chile esta 20 anios mas lejos que en peru. Lamentable.
ResponderBorrarMuchas gracias y gracias por leer Voz Actual. En efecto, todavía nos queda un camino largo para alcanzar a Chile, pero aún más importante para ser un país desarrollado.
BorrarBien Pablo!
ResponderBorrarMuchas gracias
BorrarEstimado, Sr Del Aguila:
ResponderBorrarLas últimas preguntas solo brindarán respuestas desalentadoras si es que Chile no logra hacer algo para compensar esta desaceleración. Más aún si se centran en soluciones fiscales que no son tan acertadas. Por ejemplo, recientemente el Ejecutivo puso en marcha una reforma tributaria con la que se trata de recaudar más y compensar las pérdidas que vienen por otro lado. Un nuevo impuesto a la renta, que no se sabe si desacelerará la inversión en otros rubros. Artículo conciso, pero a mi gusto sesgado hacia la neutralidad. Saludos cordiales.
Agradezco los comentarios y gracias por leer Voz Actual. Es cierto; los policy-makers tendrán que reevaluar el impacto de la reforma tributaria dado este contexto que es menos favorable, pero que se espera, además, que no sea prolongado.
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