Escribe: Santiago Paz
Probablemente el proceso electoral del 2016 será recordado como uno
extraño y polémico. Todavía falta la recta final, pero existen situaciones
preocupantes sobre las que debemos reflexionar. Más allá de la legitimidad del
presidente entrante – situación delicada – parece que nos hemos olvidado del
porqué de una democracia y cuál debería ser nuestro foco de atención: un debate
serio y respetuoso de propuestas para el país. Estamos más preocupados en
desprestigiar o atacar a los demás por su voto, que en discutir las propuestas
de los candidatos sin caer en simplificaciones o bajezas ridículas. Deberíamos
preocuparnos.
¿Cuál es el principal reto que
enfrentamos? ¿Con qué recursos contamos? ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Qué país
queremos en el 2021, bicentenario del Perú independiente? Todas son preguntas
importantes, y tienen distintas respuestas dependiendo a quién se las hacemos.
De por sí, es difícil responder estas cuestiones para el candidato que apoyamos
y menos nos preocupamos en siquiera entender los planteamientos de otros. Ahora
que han entrado a la pelea proyectos políticos con visiones diferentes de
desarrollo, es fundamental un intercambio de ideas y un debate respetuoso.
A falta de debates de ideas, abundan los ataques superficiales a distancia o en las redes sociales... |
Falta menos de un mes, tenemos
muchos chismes pero no debates. El centro de la atención son los jurados
electorales y no son los proyectos para el país. Se refleja en las encuestas
que los peruanos queremos un cambio, que no estamos contentos con la manera cómo
se maneja la política en el país; pero no se están discutiendo soluciones. En
el Perú, el presidente y los políticos mantienen aprobaciones muy bajas; a
pesar de ello, la democracia se mantiene y se defiende (esperemos que se
continúe así). Sabemos que ese es el camino, pero no tenemos idea de cómo
recorrerlo, o bien todos creemos ser dueños de la única e infalible receta para
hacerlo.
Los 5 años que se vienen no van a
ser fáciles, en especial si se compara con los últimos 15. No vamos a contar
con los recursos económicos frutos del crecimiento elevado y el boom minero,
los cuales permitieron proyectos y programas ambiciosos en gobiernos pasados.
Además, se presenta el gran reto de fortalecer las instituciones en vía a los
200 años de República. Una candidata parece fija para la segunda vuelta,
mientras el segundo lugar se pelea entre tres opciones. Son tres alternativas serias
y respetables que han sabido encontrar un espacio en medio de tantos
postulantes.
Imposible encontrar una foto donde los candidatos hayan coincidido y discutido ideas cara a cara. |
Quiero insistir con este punto de
respeto porque todos se lo merecen. Solemos exigir respeto en otros contextos,
pero en procesos electorales parece perderse. Podemos estar en desacuerdo y no
entender las propuestas de otros candidatos, pero ello no implica atacar sin
fundamentos o simplemente compartir información para generar confusión. Ya lo
hemos tenido en estas elecciones, en exceso.
Por un lado, las comparaciones con Venezuela, que llegan a extremos
vergonzosos, ya deberían quedar fuera de la discusión: somos un país con retos
diferentes. Por otro lado, insistir con temas de aparente nacionalidad o edad,
tampoco deberían utilizarse para atacar a otros; y peor aún, descalificar a
candidatos por gestos superficiales.
Cambiemos de estrategia,
debatamos propuestas y revisemos el liderazgo de los candidatos. ¿Reducir la desigualdad es la mejor manera de
luchar contra la pobreza, ahora que el crecimiento se reduce? ¿Cuáles son
nuestras prioridades en proyectos de infraestructura? ¿Cómo se van a prevenir y
solucionar los conflictos sociales? ¿Quién debe liderar las reformas en
educación y salud? ¿Cómo aumentar la productividad de las microempresas:
créditos más baratos, mayor regulación sobre las tasas intereses, más
asesoramiento? Planteo estas preguntas porque los partidos plantean respuestas
diferentes y en algunos casos opuestas. Las
mismas responden a diferentes diagnósticos y han mostrado tener el respaldo de sectores
de la población. A partir de allí exijamos algo: más debates, más respeto.
Pd: Si te gustó este artículo, no te olvides de seguirnos en facebook: www.facebook.com/vozactual
Pd: Si te gustó este artículo, no te olvides de seguirnos en facebook: www.facebook.com/vozactual
No hay comentarios.:
Publicar un comentario