Hace 70 años, exactamente el 6 de junio de 1944, se decidió el camino de la Segunda Guerra Mundial. El desembarco en Normandía fue exitoso y, durante la semana, hemos visto una serie de celebraciones al respecto. Sin embargo, hace 70 años, las dudas eran mayores a las certezas. ¿Cómo se vivieron los momentos previos a la operación militar más importante de la historia?
El preparativo para la operación Overlord (nombre clave de esta estrategia), duró dos largos años. La operación consistía en llevar a cabo un gran desembarco en las playas de Normandía, y así reingresar a Europa, que estaba bajo ocupación Nazi. Primero descenderían paracaidistas detrás de la primera línea de defensa alemana, impidiendo así la llegada de refuerzos. Posteriormente se darían los desembarcos anfibios en cinco zonas de Normandía denominadas estratégicamente como: Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword.
Durante todo este tiempo, el trabajo en “engañar” a las tropas enemigas fue importantísimo. Hasta el día de la invasión, los alemanes creyeron que el desembarco se realizaría en Pas de Calais, por lo que la mayoría de sus fuerzas se encontraban ahí. El ingenio de las tropas aliadas para lograr este objetivo se describe en las siguientes acciones:
· Las tropas alemanas creían en la existencia de un segundo ejército en Reino Unido que se estaba preparando para el desembarco en Calais. Sin embargo, este era un ejército ficticio: solo contaba con maniquíes y blindados de goma que confundieron a los aviones alemanes de reconocimiento. Asimismo, este lugar contaba con el general inglés George Patton, reconocido como el mejor comandante de los enemigos, y se realizaron comunicaciones de radio ficticias.
· Los aviones aliados lanzaron papel de aluminio al este de donde se realizaría efectivamente el desembarco para así confundir a los radares alemanes. Además por cada misión de bombardeo preparatorio sobre Normandía, se realizaron dos sobre Calais.
· Se realizaron acciones de contraespionaje: los doble agentes fueron fundamentales para filtrar información falsa sobre el desembarco en la cúpula alemana.
Esto implicó un gran trabajo de inteligencia por parte del bando aliado. Sin embargo, toda operación de gran envergadura implica grandes riesgos y los líderes aliados eran conscientes de esto. El general Eisenhower ya tenía un discurso preparado en donde asumía la responsabilidad del fracaso de la operación de invasión por mar más importante de la historia (175,000 soldados, 50,000 vehículos y más de 5,000 buques y 15,000 aviones en apenas 24 horas). El mismo Churchill tenía serias dudas al respecto y defendió otras alternativas militares que finalmente fueron descartadas. Los meses previos estuvieron llenos de dudas y debates en torno a la Operación Overlord.
Esto no debe ser interpretado como una falta de optimismo sino, más bien, en una visión más amplia de la guerra. Uno debe plantearse en todos los escenarios. ¿Qué es lo que pasaba por la mente de los líderes en ese momento? Si algo no se ejecutaba como era esperado, y el desembarco fracasaba, las consecuencias podían ser tremendas. Miles de muertos en el bando de los aliados. Hitler tendría la oportunidad de recuperar su influencia: poseía misiles de gran fuerza destructiva, bombas, submarinos de larga distancia que pudieron haber provocado un ataque en EE.UU. en poco tiempo, minas marinas (cuya defensa no se había desarrollado hasta entonces), etc. Además de un contingente enorme de aviones, tanques, tropas, y armamento. Según ABC de Madrid, solo un tercio de estas fuerzas hubiera sido suficiente para detener la ofensiva oriental soviética.
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