Hace pocas semanas se publicó la última medición de la pobreza en el Perú. El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) anunció que el 2014 la pobreza se redujo un 1.2% respecto al 2013 y por ello afectó al 22.7% de la población peruana en el 2014. Más allá de las críticas por la desaceleración en la reducción de la pobreza (por ejemplo, del 2013 al 2012 la reducción fue de 1.9%), creo que hay un elemento muy importante que no ha sido discutido como debería. El propio ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura, afirmó que la reducción de 1.2% en la pobreza se divide, básicamente, en dos componentes: un 83% de la reducción se debe a los programas sociales y solo el 17% se debe al crecimiento económico. Esta descomposición de la reducción de la pobreza tiene un importante mensaje que presenta alertas rojas respecto al futuro de la reducción de la pobreza en nuestro país. Sobre esta descomposición es la que escribiré hoy en Voz Actual.
El primer paso para entender por qué esta descomposición de 83% y 17% es relevante es responder la siguiente pregunta ¿Cómo se mide la pobreza en el Perú? Básicamente, lo que se hace es comparar el gasto per cápita de cada hogar (gasto total del hogar entre los miembros del hogar) con la “línea de pobreza”. Esta línea de pobreza, en pocas palabras, es un nivel de ingresos “base” que permite tener un nivel de vida “mínimo adecuado” en el país, y que es estimada utilizando una canasta básica de productos alimentarios y no alimentarios. Es por eso que en nuestro país tenemos dos definiciones de pobreza:
· Las personas pobres son todas aquellas personas en cuyos hogares el gasto per cápita no supera la línea de pobreza con productos alimentarios y no alimentarios (no puede cubrir lo mínimo necesario entre alimentación y otros bienes relevantes).
·Las personas pobres extremas son todas aquellas personas en cuyos hogares el gasto per cápita no supera la línea de pobreza SOLO CONSIDERANDO los productos alimentarios. Es decir… ¡no tienen el dinero suficiente para al menos comprar una canasta básica de alimentos!
Si bien se puede discutir el cálculo de la línea de pobreza (¿les gustaría esto para el siguiente artículo en la sección Perú?), hagamos un poco de matemáticas para ver cómo se estructura el gasto del hogar. Una persona pobre recibe los ingresos de su trabajo y probablemente sea beneficiaria de algún programa social como “Juntos”, lo que permite incrementar sus gastos independientemente de sus ingresos laborales. Entonces, lo que el ministro Segura ha afirmado es que solo un 17% de las 289,000 personas que dejaron de ser pobres en el 2014 lo hicieron por sus propios medios, es decir, por un incremento en sus ingresos laborales. La otra cara de la moneda es que el 87% de las personas que dejaron de ser pobres salieron de esa condición porque recibieron el apoyo del Gobierno.
Reducción de la pobreza en el Perú: 2007-2013 |
Entonces… ¿Cómo se está reduciendo la pobreza? Los pobres están dejando de serlo no necesariamente porque son capaces de generar más ingresos, sino porque el Estado les envía un salvavidas. Evidentemente esto no implica que deberíamos anular programas sociales, sino que hay que buscar más y mejores formas de generar crecimiento económico en los sectores más pobres (otro tema de análisis para Voz Actual, si lo desean).
Pero además hay una válida preocupación de cómo será en el futuro la reducción de la pobreza. El ministro Segura negó que la desaceleración de economía peruana afecte la proyección de reducción de la pobreza, pero los últimos ajustes a la baja en las proyecciones del crecimiento del Perú presentan serias amenazas a la reducción de la pobreza. Por ejemplo, APOYO Consultoría revisó a la baja su proyección de crecimiento de 4.0% (hecha en enero) a 2.7%.
El impacto de la reducción del crecimiento económico del Perú en la reducción de la pobreza no solo va por el lado de ese 17% de peruanos que hemos conversado en este artículo, sino porque el financiamiento de programas sociales depende claramente de la capacidad del Estado de generar más ingresos. ¿Cómo seguir incrementando la cobertura de programas sociales si el crecimiento de los ingresos del Estado no va de la mano? Asimismo, cada vez es más difícil focalizar a los beneficiarios de programas sociales conforme la pobreza se reduce. Con un ejemplo lo podemos entender: Elegir a un pobre entre 100 personas que todas son pobres es fácil, pero escoger a un pobre de 100 personas de las cuales solo 20 son pobres requiere más cuidado en la selección.
En otros artículos podremos discutir sobre herramientas de reducción de la pobreza y crecimiento económico inclusivo, así como el impacto diferenciado de programas sociales. Pero espero hoy haber permitido que veamos un siguiente nivel las cifras que nos presentan las entidades estatales. Hay verdades atrás de otras verdades, y eso queremos en Voz Actual: Analizar temas de actualidad con un enfoque particular hacia la economía, y generar cuestionamiento y reflexión en nuestros lectores. ¡Gracias por su tiempo en leer el artículo! Espero les haya gustado (cualquier feedback es bien recibido)
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