"Cómo no hacer algo" - Entrevista a Juan Diego Calisto, director de Ruwasunchis

Entrevista: Renzo Díaz G.

Juan Diego Calisto es el director y fundador de Ruwasunchis, que en quechua significa "Hagámoslo Todos Juntos". Esta fundación busca dotar de herramientas a personas que no tuvieron la suerte de nacer en circunstancias favorables para que puedan alcanzar sus metas. ¡Con este proyecto llevaron a Perú al mundial de fútbol callejero! Incluso han recibido premios del gobierno. Y lo mejor: han sacado familias enteras adelante. Conoce más sobre ellos en las siguientes lineas.

#JustJuanDiego

Cuéntame un poco más de ti, ¿quién es Juan Diego? 

Quién soy… bien fuerte esa pregunta (risas). Bueno yo estudié Economía en la Agraria y ya van como 10 años que me dedico al mundo social. A la par de ir viviendo un tiempo en Ancash y otros lugares, fui desarrollando mi proyecto en Manchay. Se llama Ruwasunchis. Ahora es un proyecto colectivo.

Cuéntanos más sobre Ruwasunchis ¿cuál es su papel en la sociedad?

Ruwasunchis trabaja con niños, jóvenes y mujeres. Para los niños existe una propuesta educativa alternativa que busca fortalecer sus habilidades creativas, su autoestima y su confianza en un espacio que tenga influencia de pedagogía activa; escuelas democráticas. Se busca que el niño esté en un espacio educativo donde haya libertad, donde haya creatividad, imaginación, juego, disfrute. Porque hay muchos niños que tienen que asumir roles de adultos, entonces este es un espacio donde pueden disfrutar y estar tranquilos.

Con jóvenes también está el espacio educativo, pero además hay unos talleres ya más específicos, como fútbol callejero. Hay un taller para el desarrollo de habilidades para la vida, que les termina sirviendo para el mundo laboral, y de oportunidades de estudio y de trabajo. En esto nos ayudan las alianzas que tenemos que los ayudan a llegar a (instituciones educativas) públicas o privadas. Si ellos quieren estudiar algo se pueden costear sus estudios.

Aprendemos jugando

Y con mujeres se revalora el arte, ellas hacen productos hechos a manos (tejidos). Hemos creado una empresa social para poder vender esos productos. Se llama Ayllu Ruwasunchi. Ellas generan un ingreso por eso. Las que quieren emprender lo hacen, pero también está toda la arista del desarrollo personal y bienestar, y otra de nutrición. Entonces es una propuesta bien integral.

Qué chévere que toquen tantos puntos

Es que si abordas desarrollo comunitario, obviamente no puedes abordar la demanda infinita que se va a presentar, pero si es que te concentras solamente en niños, por ejemplo, qué pasa cuando el niño deja de ser niño y se convierte en joven… ¿qué? ¿se vuelve pandillero? O ¿qué pasa con la mamá que no tiene cómo sostener a la familia? Entonces es como un mensaje también a través de este trabajo. El abordar el desarrollo también tiene que ser integral.

Sí la hacemos

¿Qué pasó entre que estabas estudiando Economía en la Agraria y decides hacer esto? ¿Qué viste?

Creo que hay dos motivaciones. Una es, cómo no hacer algo habiendo nacido en un lugar como el Perú, donde hay personas que pueden tener las oportunidades de desarrollarse de la manera que prefieran, con más dificultades que muchos, cuyas oportunidades están demasiado limitadas y, si es que sueñan, es muy difícil que puedan alcanzar esos sueños. Entonces, cómo no hacer algo sabiendo que tú por el simple hecho de tener educación universitaria estás yendo a un grupo selecto. La otra motivación creo que se conecta con tu historia personal, y cómo lo que has vivido te motiva y te prepara para tu propósito. 

En los 10 años que llevas con este proyecto ¿qué cambios has visto? ¿Qué te ha seguido dando el empuje para seguir?

Creo que lo que te alimenta es el crecimiento que todos vamos teniendo. No es nada unidireccional. Empezaría por mí. En todo este transcurso he aprendido mucho, me han enseñado mucho, me he nutrido mucho y le he encontrado sentido a la vida, digamos. Ver a los niños que tienen un espacio que disfrutan, donde se sienten seguros y donde se desarrollan; ver a los jóvenes que ahora están trabajando, están estudiando, están siguiendo sus sueños y empiezan a ser referentes en su comunidad; y ver a las mujeres que sacan adelante a sus familias, mucho mejor de lo que lo haríamos nosotros seguro (risas). Eso es lo que alimenta. Junto con todo el equipo maravilloso que tenemos, y también con los voluntarios donde compartimos y aprendemos mucho. Es un espacio donde cada uno intenta dar lo mejor de cada uno, y en ese intercambio todos crecemos. En esta vida todo es reciprocidad, dar y recibir. Mucha gente va esperando dar y termina recibiendo bastante.

¡Gracias!

Dime, ¿tú te consideras un líder en tu cancha?

Creo que todos somos líderes o potenciales líderes.


¿Cómo defines liderazgo?

Creo que líder es quien se lidera a sí mismo, para empezar. Es una chamba igual al día a día, no es que digas “ah ya, me lidero y ya está”, no. Tienes que estar chequeando eso constantemente. Pero yo no creo en ese liderazgo como impostado. Yo no creo en eso de que vas a tener tus técnicas y te vas a convertir en un líder. De hecho, hay habilidades que te van a servir, pero esas habilidades están muy centradas en primero liderarte a ti mismo, en confianza, en tolerar la incertidumbre, el fracaso, el comunicarte efectivamente, en humildad.

Más me gusta la palabra referente, porque en Ruwa habemos varios referentes y no solo del equipo sino de la comunidad misma. Es este nuevo liderazgo en el que primero te lideras a ti mismo para poder acompañar y ayudar a las personas con las que trabajas y con las que compartes puedan dar lo mejor de sí y dejar como que el terreno más fértil.

Martin Luther King tenía un sueño, ¿cuál es el tuyo para el Perú?

Mi sueño es que los peruanos tengan las oportunidades que merecen para poder desarrollarse plenamente. Que si tú naces en una comunidad en la sierra, en la selva o un asentamiento humano, tengas las oportunidades para poder ser feliz, poder desarrollarte personalmente, académicamente, laboralmente, en un espacio donde te traten bien. Entonces creo que somos puentes, creo que Ruwa también es una especie de puente que permite que personas que han nacido con menos oportunidades puedan acceder a ellas y desarrollarse.

Y ¿hay sitio para más gente que quisiera ayudar en Ruwa?

Siempre hay sitio. Siempre son bienvenidos voluntarios para el grupo de niños, para el de jóvenes, y para el de mujeres. Estamos también ya empezando a pensar cosas con el Estado para ver cómo pueden escalar unos proyectos, y hay emprendimientos sociales muy valiosos en Lima y en otros lugares del Perú.

Más que ayuda, familia

Gracias por tu tiempo.

A ti.

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