Escribe: Maria Claudia Rossi
Mi hermano estuvo en Corea hace un par de meses y me comentó sobre la creciente tensión en la península coreana. Sabemos que hay una separación entre Corea del Norte y Corea del Sur, sabemos que el conflicto se remonta a finales de la Segunda Guerra Mundial, sabemos también que estamos frente a dos sistemas político - sociales totalmente diferentes; pero lo que muchos no sabíamos es lo que pasaré a contarles a continuación. A pesar de estar en el siglo XXI, todavía no existe un tratado de paz definitivo entre estas dos caras de la misma moneda: Norcorea y Surcorea.
Mi hermano estuvo en Corea hace un par de meses y me comentó sobre la creciente tensión en la península coreana. Sabemos que hay una separación entre Corea del Norte y Corea del Sur, sabemos que el conflicto se remonta a finales de la Segunda Guerra Mundial, sabemos también que estamos frente a dos sistemas político - sociales totalmente diferentes; pero lo que muchos no sabíamos es lo que pasaré a contarles a continuación. A pesar de estar en el siglo XXI, todavía no existe un tratado de paz definitivo entre estas dos caras de la misma moneda: Norcorea y Surcorea.
Para explicar esta situación empezaré con un poco de historia a modo de resumen: Norte y Sur permanecen técnicamente enfrentados desde la Guerra de Corea (1950-1953), que se finalizó con un acuerdo de alto al fuego mas no con un tratado de paz. Con el pasar de los años se ha ido desarrollando un vínculo que más parece una relación amor-odio. Momentos de la historia donde se registran ataques por parte de ambos lados (1960’s), como momentos donde se ven intentos de reconciliación. El más claro ejemplo de esto último es la Declaración Conjunta del Norte y del Sur (2000), que se firma en una búsqueda de paz y prosperidad para ambas naciones. Sin embargo, la relación se ha ido deteriorando por el inicio de supuestas actividades nucleares. Por ello, en marzo del 2013 Corea del Norte decidió “cortar palitos” con el Sur (renunció a todo acuerdo de no agresión vigente entre Pyongyang – capital del Norte- y Seúl – capital del Sur).[1]
Ahora bien, la creciente tensión de la que se habla en estos últimos días comenzó con la explosión de una mina cerca de la base militar surcoreana por un presunto ataque norcoreano. De ahí, se inició la emisión de propaganda surcoreana en contra de Pyongyang. El Norte le lanzó un ultimátum al Sur con la intención de que dejen de emitir estos mensajes de invitaciones a los soldados norcoreanos a desertar y traspasar la frontera (mensajes de democracia y libertad). Siendo “insuficiente”, Corea del Norte lanzó proyectiles en protesta por estos mensajes; y en respuesta, Corea del Sur disparó decenas de rondas de artillerías (#EstoSiEsGuerra). La cereza del pastel ha sido la declaración del líder de Corea del Norte de un “cuasi-estado de guerra” con el sur y la ordenanza a sus tropas de estar “listas para el combate”. [2] (#AyudaPorfis)
Que no cunda el pánico. Ante todo esto, surge una buena noticia: parece que hay intenciones para una reconciliación. Corea del Sur y Corea del Norte tuvieron el pasado sábado 22 de agosto conversaciones para lidiar con las crecientes tensiones.[3] Aunque no se hayan revelado detalles, la oficina presidencial ha informado que ambas partes han revisado las propuestas y exigencias de sus interlocutores del otro lado buscando llegar a un acuerdo por medio del diálogo. (#SíSePuede)
Este enfrentamiento entre dos caras de una misma moneda nos permite cuestionarnos sobre las verdaderas razones de esta falta de afinidad (¿?). Corea del Norte y Corea del Sur parecen no tener nada en común aparte de una frontera. El primero se caracteriza por ser un régimen comunista y opresivo con altos índices de pobreza y hambruna; mientras el segundo es un reflejo de la globalización y el desarrollo capitalista que tiene este país, producto en gran medida de la influencia estadounidense.
Estudiantes en Pyongyang vs. Estudiantes en Seúl |
Campos estériles en Pyongyang vs. Autopistas en Seúl Fuente: Fotos del fotógrafo alemán Dieter Leistner en su Proyecto Korea (2013) |
Fuente: CIA WorldFactBook |
Aunque algunos puedan criticar las imágenes de poco objetiva, las estadísticas y los números (que no nos engañan) nos llevan a la misma conclusión. Los indicadores económicos que nos presenta la Organización de las Naciones Unidas (ONU) muestran claramente el efecto de una aplicación de políticas contrapuestas y de sistemas económicos irreconciliables en territorios similares. En 2012, el PBI per cápita del Norte era de $1,800 y del Sur $32,400 (PPP), en 2013 la tasa de crecimiento del PBI fue de 1.1% en el Norte y 2.9% en el Sur y el gasto militar en el 2008 del Norte fue de $8.213 billones mientras en el Sur fue de $26.1 billones. [4]
Fuente: CIA WorldFactBook |
Si regresamos al conflicto explicado previamente con estas nuevas estadísticas podríamos llegar a pensar que si se desata una guerra entre estos dos bandos, el Sur es el que llevaría la ventaja. Aunque me considero una persona simpatizante con el capitalismo, la solución que apoyo no es una guerra con tendencia a la victoria sureña. La solución que indiscutiblemente apoyo es la firma de un tratado de paz. Estamos en el siglo XXI, estoy convencida que lo ideal es prevenir la guerra y que, con ayuda internacional, se llegue a que estas dos partes den un paso más allá a una firma de armisticios (que son solo suspensiones de las agresiones entre ellos) y encuentren “common grounds” que efectivamente tienen, porque al fin y al cabo son los dos lados de la misma moneda ¿o no?
[4] https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/kn.html
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