jueves, 18 de febrero de 2016

Del póker y la aversión al riesgo. ¿Existe la estrategia óptima?

Escribe: Juan Carlos Salinas Morris


Durante mis vacaciones, me he dedicado a buscar la manera de ocupar mi tiempo. Sé que tiene un costo de oportunidad, pero pienso que unas semanas de ocio no hacen daño. En mi búsqueda de la felicidad, encontré un divertido juego: póker online (World Series of Poker – WSOP). Lo sé, muchos lo consideran dañino, que a la larga se puede convertir en un vicio, etcétera. El lado bueno es que no estoy apostando mi dinero. Inicialmente te dan 22mil fichas. Con eso puedes apostar y generar fichas, o perderlas y esperar cuatro horas para que te den 13mil fichas. Actualmente poseo casi cuatro millones.


En una noche de insomnio, me puse a pensar cómo podría aplicar mis conocimientos económicos a este juego que, si bien tiene un gran componente aleatorio o de azar, también depende de los movimientos que uno realice. Entonces recordé que cada uno de nosotros es, por naturaleza, averso al riesgo. ¿Qué quiere decir esto? Que preferimos lo seguro, a pesar de tener la posibilidad de apostar por un evento incierto (con varios escenarios) que nos puede generar más satisfacción en promedio (que en este contexto, obtener más fichas). Cada uno de nosotros posee un grado de aversión al riesgo distinto.


Imagina que, luego de un arduo mes de juego, consigues 1’000,000 fichas. Te propongo los siguientes casos.

  • Tienes la opción de apostar 1,000 o 2,000 fichas. Si ganas la partida y apostaste 1,000 fichas, consigues 10,000 fichas. Si apostaste 2,000 fichas, consigues 20,000. ¿Qué decides? Probablemente apostar 2,000 fichas: ganas el doble que con la primera opción, y el monto apostado representa apenas el 2% de tu riqueza. 
  • Imagina ahora que tienes la opción de apostar 100,000 o 1’000,000 fichas. Si ganas la partida y apostaste 100,000 fichas, consigues 1’000,000. Si ganas y apostaste 1’000,000 fichas, obtienes 10’000,000. ¿Qué decides? ¿Ahora es más difícil, no? Pues esto depende de qué tan averso al riesgo seas. Es muy probable que la mayoría elija apostar 100,000 fichas (10% de la riqueza inicial) ya que, si bien apostar toda tu riqueza permitía multiplicarla por 10, obtenerlas tomó regular tiempo. ¿Estás dispuesto a perderlo todo?

Con los ejemplos anteriores, conceptualizar la aversión al riesgo es sencillo, y permite entender toda la mecánica del póker online. Si entras a una mesa con toda tu riqueza (1 millón de fichas), y los otros participantes cuentan con una riqueza de apenas 25,000 fichas, ocurrirá lo siguiente. Si bien la apuesta puede iniciar con 500 fichas, tu puedes subirla fácilmente 25,000 fichas (2.5% de tu riqueza) sin importar que tengas o no tengas una buena jugada. Lo que ocurrirá es que los demás participantes, debido a que son aversos al riesgo (en su mayoría), evaluarán la posibilidad de continuar con la jugada y apostar esa cantidad (que representaría el total de su riqueza). Así, la probabilidad de que se retiren es alta, lo que conllevará a quedarte con el pozo acumulado hasta el momento.

No sé que estoy haciendo, pero el que no arriesga no gana (?).















Cabe resaltar que siempre existe algún amante al riesgo muy seguro de su jugada (un poco loco) que apueste el total de su riqueza (25,000 fichas) sin importar las consecuencias (perder todo lo construido en meses). Como existe un componente de azar en el póker, es posible que este individuo gane la jugada. ¿El resultado? Duplicar su riqueza y alcanzar las 50,000. Esto puede parecer insignificante para alguien que tiene 1’000,000 fichas, pero lo que consigue este jugador es duplicar las ganancias que generó en meses. Y en tan solo unos minutos. 

¿Quisieras hacer lo mismo? Entonces entra en una mesa con oponentes que cuenten con una riqueza de 50’000,000 fichas y, cuando eleven la apuesta, arriésgalo todo. ¿Te atreves?

Con todo lo anterior llegamos a las siguientes conclusiones:
  1. Si deseas ganar de a pocos, lo mejor es entrar a salas donde la riqueza de los oponentes sea mucho menor a la tuya, para así atemorizarlos con grandes apuestas (que para ti son insignificantes). Por la aversión al riesgo darán un paso al costado, y te quedarás con unas cuantas fichas.
  2. Si realmente deseas conseguir fichas, debes ser totalmente amante al riesgo: es decir, apostar todas tus fichas, y así duplicar tu riqueza. Eso sí, asegúrate que al menos tienes una jugada decente. ¿El riesgo? Perderlo todo. Pero ya sabes, no hay lonche gratis. Hace algún tiempo conseguí 7 millones de fichas, y perdí todo en menos de 10 minutos.
No te olvides que existe un gran componente de azar en las cartas, así que no te emociones y te dejes llevar por rachas de suerte.

PD: No olvidar que este tipo de juegos degenera en vicios, tomarlo con moderación. 

“A veces, a pesar que todo está en tu contra, arriésgate. Puede ser lo mejor.”


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