domingo, 15 de noviembre de 2015

Jóvenes peruanos: también jugamos nuestro partido*

Escribe: Santiago Paz

*Una canción previa para acompañar el texto, en solidaridad con todas las personas que sufren en el Perú y el mundo. El presente texto también busca hacernos reflexionar.



Para cambiar un poco el estilo, decidí escribir estas líneas mientras veía el partido de Perú con Paraguay por las Eliminatorias al Mundial del 2018. Interrumpiré el texto cuando ocurre algún hecho importante en ese partido, aunque al mismo tiempo explicaré las incidencias del “otro” partido del cual somos parte y que es muy importante. Lo que escribo es en tiempo “real": casi no he acomodado el texto después del pitazo final.


Empezó el partido


Un común denominador en muchos jóvenes es que queremos cambiar el mundo. Queremos un mejor país y soñamos con ello. Tenemos un buen número de años por delante por lo que no nos cuesta convencernos de que el Perú sí puede estar mejor. Dicen que todas las generaciones de jóvenes, en su momento, quieren cambiar el mundo pero no siempre se puede y - cuando se crece - nos chocamos con otra realidad, muchos cambios que no se pueden dar y aquellos anhelos juveniles quedan insatisfechos. Sin embargo, en el Perú de hoy tenemos una oportunidad especial…

GOOOOL de Perú! En 20 minutos Jefferson Farfán nos pone arriba…

Un conjunto de factores económicos, sociales y políticos que estamos viviendo nos colocan hoy en una posición especial. Es verdad que tenemos muchos problemas serios que resolver (de hecho, pensaba escribir este artículo respecto a problemas con la justicia en nuestro país, dadas las asimetrías de poder); sin embargo, me incliné por transmitir un mensaje positivo y mostrar (independientemente de cómo nos vaya en el fútbol) que también estamos jugando otros partidos importantes, y sobre todo que – a diferencia de otros periodos en nuestra historia – estamos en un momento en el cual la cancha y las condiciones de juegos son bastante más favorables. Quiero centrarme, además, en el papel de un jugador especial: los jóvenes.

Inicié mencionando que los jóvenes somos soñadores e idealistas (mi mamá suele recordármelo) y eso lo considero positivo. Esta situación nos debe permitir algo: poner sobre la mesa aquellas situaciones que no nos parecen correctas o que consideramos deben ser cambiadas. Justamente muchas de estas situaciones, por costumbre o desinterés, son aceptadas por la mayor parte de la población sin mayor reflexión. No quiere decir que los jóvenes debamos imponer nuestras ideas, pero sí podemos proponer y defender aquellos ideales en los cuales creemos. Aceptar las críticas y seguir adelante. 

En este partido, todos podemos aportar

Fin del primer tiempo, nos vamos con la ventaja.

Sin embargo, tal vez no estamos aprovechando la oportunidad. La tecnología y gustos pasajeros, en vez de acercarnos a la problemática nacional, nos puede estar alejando y genera tan solo una mirada muy superficial. El Perú es un país complejo por lo que requiere respuestas al mismo nivel y debemos estar preparados para ello. Sin embargo, el desinterés parece ser el común denominador en muchos: mientras no nos afecte, estará todo bien. Lamentablemente el Perú no necesita eso y si seguimos así, nos darán la vuelta y perderemos el partido…

Inicio del segundo tiempo. Ojalá ampliemos la diferencia y ganemos...

Ya no vivimos en la década de los 80s ni 90s, aquella época de terrorismo y problemas económicos, etapas de nuestra historia que no podemos olvidar. Desde que tengo memoria respecto a lo que pasaba en el Perú recuerdo un país estable (no digo tranquilo porque de hecho teníamos conflictos sociales y algunas manifestaciones que, por ejemplo, me impidieron ir algún día al colegio), pero en general teníamos un buen desempeño económico que nos permitía crecer y reducir la pobreza. De hecho también habían muchas cosas que no andaban bien en el país, como en zonas rurales o en ciertos sectores más peligrosos de la ciudad. Situaciones que también debemos considerar. Así llegamos a la actualidad, en la cual parece existir una contradicción de visiones: aquellos que ven al país como un gran ejemplo de desarrollo, encontrando diversos indicadores para mostrarlo; y otros que siguen observando al país como un país lleno de problemas, condenado al atraso. 

Mi balance es el siguiente: es verdad que nos encontramos en un momento especial, de crecimiento económico y estabilidad política (todo positivo); y son justamente estas condiciones las que deben permitir mirar los otros problemas (muchos y complejos) para buscar soluciones concretas. Fijarnos únicamente en lo primero y negar que debemos implementar cambios estructurales; o vivir quejándonos sin considerar condiciones previas que garanticen el éxito de las propuestas de reforma, no nos va a llevar al desarrollo ansiado. Esta es probablemente una de las lecciones que he aprendido hasta ahora y que sobre todo los jóvenes debemos considerar; no hacerlo es terminar el partido tirándonos todos para adelante o todos para atrás. No creo que ninguna sea una buena estrategia

Tenemos entonces que aprovechar esta oportunidad. No se nos puede “pasar” el bus: estemos listos para aprovechar esas situaciones que se presentan. En el plano económico todavía no hemos encontrado la solución perfecta y tenemos que pensar en alternativas para el progreso. El crecimiento y redistribución no van a ser suficiente para solucionar los malestares y tensiones sociales que se mantienen en el Perú. Los jóvenes cumplimos un papel importante: dialoguemos, propongamos, escuchemos y hagámonos escuchar. Este jugador puede terminar inclinando la balanza para nuestra victoria. 

Fin del partido. Ganamos, un segundo tiempo discreto pero conseguimos los tres puntos. ¿Pasará lo mismo con el país?

Pd: Si te gustó este artículo, no te olvides de compartirlo y de seguirnos en fb: www.facebook.com/vozactual


No hay comentarios.:

Publicar un comentario