Escribe: Diana Fernández
Ante la pregunta ¿qué es lo que más deseas en la vida?, la primera respuesta que nos suele venir a la mente es “ser feliz”. Pero… ¿realmente sabemos qué es ser, precisamente, feliz?, ¿qué hay detrás de este propósito de vida casi universal?, ¿y por qué tantos añoran serlo? En estas líneas trataré de explicar, desde mi perspectiva y con un estilo muy particular, lo que es ser feliz. Además, intentaré generar una reflexión y autocrítica personal para ver si estamos dirigiendo nuestros pasos hacia ese camino tan anhelado –y al que todos, finalmente, queremos llegar– llamado felicidad.
Ante la pregunta ¿qué es lo que más deseas en la vida?, la primera respuesta que nos suele venir a la mente es “ser feliz”. Pero… ¿realmente sabemos qué es ser, precisamente, feliz?, ¿qué hay detrás de este propósito de vida casi universal?, ¿y por qué tantos añoran serlo? En estas líneas trataré de explicar, desde mi perspectiva y con un estilo muy particular, lo que es ser feliz. Además, intentaré generar una reflexión y autocrítica personal para ver si estamos dirigiendo nuestros pasos hacia ese camino tan anhelado –y al que todos, finalmente, queremos llegar– llamado felicidad.
Hace
algún tiempo cuando me preguntaban <<¿qué es la felicidad para
ti?>> mi respuesta era “un estado de satisfacción: sentirte realizado
por haber alcanzado todas tus metas” Pero, a ver… si tienes una lista de
objetivos y los llegas a cumplir… ¿ahí quedó el “límite” de tu felicidad?, ¿qué sigue después de eso? De
alguna u otra forma no me sentía satisfecha con este concepto que me había
formado, así que me dispuse a leer y a conversar con un buen amigo sobre el tema. Y
así, después de un tiempo de reflexión, llegué a una definición que, considero,
se aproxima, parcialmente, a la que pueda ser la “definición universal”. Y esta
es: la felicidad es luchar
constantemente por ser mejor, tener la voluntad de superar tus límites y, de
igual modo, de estar dispuesto(a) a amar.
Entonces, la felicidad vendría a ser, más que la finalidad de nuestra vida, la
forma en que la vivimos. Tomen en cuenta que lo que líneas arriba propuse es
una definición más amplia que la que antes tenía, sin embargo, no deja de ser
limitada e imperfecta .
Ahora,
más allá del significado de felicidad que anteriormente compartí y del que cada
uno de ustedes, de forma muy particular y válida, pueda tener, lo importante es
preguntarnos si estamos haciendo algo por ser, efectivamente, felices. Si
partimos del hecho de luchar constantemente por ser mejor,
surge la interrogante: ¿nos levantamos cada día con el objetivo de obrar mejor
que ayer y de trabajar en nuestros debilidades?, si soy una persona soberbia y
prepotente, ¿pedí hoy un consejo o admití, genuinamente, haberme equivocado?, o
si tengo una adicción a las drogas, ¿me esforcé por no gastar mi dinero en
ellas?, e inclusive ¿pedí ayuda para lograrlo? De esta manera cada uno se puede
formular cientos de preguntas para realizar, de este modo, lo que sería un
examen de consciencia.
¿Nos hace felices el Amor?
Y de
nuevo el amor. Cómo me gusta hablar de él, ¿no? Es que está presente en el día
a día y, a la vez, en él alcanzamos la felicidad, que me es imposible no
mencionarlo en este artículo. Para ello, cito al gran John Powell, sacerdote
jesuita y escritor, que nos dice en su libro “La felicidad es una tarea
interior”: La felicidad que solo puede llegar como consecuencia del amor,
únicamente se puede comprender experimentándola. Y qué mejor manera de
experimentarla que haciendo de nuestra vida un acto de amor… ¿pero cómo? Aquí unas líneas al respecto:
Parte
de ser felices, o intentar serlo, es poder hacer feliz a alguien más. Y eso se
logra con actos concretos como
preocuparse e interesarse genuinamente por una persona, acompañarla en un momento
difícil, prestarle ayuda desinteresada, así como ser amable con todos y sin distinción,
etc. Y es que no es cuestión de cambiarle radicalmente la vida a alguien: es,
simplemente, hacer el bien. Con esto no pretendo que hagan feliz a cada persona que
se cruce por su camino –aunque si quieren y pueden hacerlo, adelante–, sin
embargo, sugiero que si se les presenta la oportunidad de dejar una huella
memorable en el camino de alguien, no duden en hacerlo.
Para reflexionar todo lo antes descrito, pregúntate, ¿qué estás haciendo hoy para ser feliz?
Pd1: cuéntenme en los comentarios qué tal les pareció el artículo y si tienen alguna propuesta diferente sobre el significado de la felicidad.
Pd2: Si te gustó este artículo, no te olvides de compartirlo y de seguirnos en fb: www.facebook.com/vozactual
¿Eres feliz? ¿Estas feliz? ¿Diferencia entre un estado de animo y al fin hallar la felicidad?¿Así como la hallamos podemos perderla? La felicidad es de los más complicado que hay. Las personas pueden escribir miles de lineas de lo que es ser feliz para ellos y algunos pueden ser muy abstractos, mientras otros muy concretos, lo cual parece raro. Porque muchas veces no solo es presente y futuro, sino también pasado. A veces no solo es espiritual, también pueden ser cosas que no tienen precio pero sí valor, tú entiendes. Es tan difícil. Y cuando defino felicidad tal vez no pongo "Diana" pero es probable que tú seas la felicidad de alguien.
ResponderBorrarDefinir la felicidad con palabras es tan difícil como querer tomar un vaso de agua ayer.
ResponderBorrarSé que suena incoherente (o muy coherente, depende de cómo lo veas), pero ese es el punto.