El pasado domingo 17 se dio lugar a un hecho casi sin precedentes dentro de nuestro movido barrio geográfico. En Brasil -el otrora modelo de desarrollo a seguir- mediante su cámara de diputados, se abrió un proceso de impeachment (#QueSaWa?) a su presidenta Dilma Rousseff. Si todavía no te aburres y realmente quieres saber qué significa el impeachment, cuales son sus causas y posibles consecuencias, en este artículo te lo contaremos al mejor estilo de Voz Actual.
Probablemente has escuchado los nombres de las empresas Petrobras y Odebrecht, la relación de estas con el escándalo político brasilero es más que directa. Petrobras, la empresa petrolera de capitales estatales y la constructora Odebrecht unidas por una red de corrupción fueron las que desencadenaron la actual crisis. Dentro del marco de investigaciones del caso Lava Jato se acusa a estos dos gigantes corporativos de coludir con el gobierno brasilero “para que no obstaculicen el funcionamiento del cártel y los ajustes fraudulentos de las licitaciones”. En lenguaje fácil, entre estos tres actores se había armado tremenda mafia por la cual constructoras se repartían ilegalmente obras sobrevaloradas y convocadas por el gobierno de Brasil. Según la Fiscalía se estima que entre 2004 y 2012, cerca de 8,000 millones de dólares fueron desviados debido a las “coimisiones” entre funcionarios del Estado y empresarios. Uno de los mayores implicados en este caso es el ex-presidente Lula da Silva, quien es el mentor político de Rousseff y que al tenerla como Ministra de Energía, se les acusa de dar rienda suelta al proceso de corrupción estatal.
No es solo que Dilma le enyucaron heredó los inconvenientes de Lula, sino que también se le acusa de malversar fondos del Estado y violar normas fiscales con el fin de maquillar el déficit presupuestal que ahora asciende a la preocupante cifra del 10.8% del PBI. Todas estas malas prácticas sumadas a una economía que se redujo en 3.8% el año pasado, una inflación de 10% y alza en el desempleo hicieron que aumente el descontento popular y principalmente del resto de agrupaciones políticas.
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| "Apoyame Ney" (?) |
Cuando un funcionario llega a tener un grado de desaprobación muy alto dentro del parlamento y más aún al existir pruebas de delitos cometidos, dentro de lo Constitucional, el Poder Legislativo tiene el derecho jurídico de abrir un proceso de impeachment o también llamado juicio político con el fin de destituir a la autoridad. En la votación del domingo pasado los 367 de 513 a favor superaron por amplio margen los 2/3 necesarios para abrir el juicio en contra de Dilma Rousseff. Esta última votación se llevó a cabo en la Cámara de Diputados (cámara baja), la cual ahora tiene que esperar que el Senado (cámara alta) haga lo mismo. Queda para la anécdota que de los 594 legisladores, entre diputados y senadores, 352 enfrentan acusaciones legales. De darse la aprobación de los senadores en dos votaciones posteriores, será el vice-presidente quien asuma la presidencia hasta 2018. Según analistas brasileros, el PBI no caería en 2% más si es que Michel Temer -actual vice-presidente- reemplaza a Rousseff, lo cual hace pensar que los mercados ven con buenos ojos la destitución de la presidenta.
En conclusión, el escenario más probable es que Dilma Rousseff finalmente sea inhibida de ejercer su cargo público para luego ser juzgada por la Corte Suprema de su país. No me atrevería a decir que Dilma al igual que Lula, pasaran tiempo tras las rejas en un futuro cercano ya que aún ejercen cierta autoridad dentro del Poder Judicial por la gran cantidad de jueces que son simpatizantes de su Partido de los Trabajadores (PT). Lo que es cierto es que agrupaciones de izquierda como el PT –como ya es tendencia en Latinoamérica- cada vez más se alejan del poder y el llamado socialismo del siglo XXI se encuentra herido de muerte debido a sus populistas y fallidas políticas públicas. Por otra parte, la efectiva recuperación económica de Brasil es de pronóstico reservado. La destitución de Rousseff no cambiará de la noche a la mañana los grandes problemas estructurales. Incluso si Temer logra reformas eficientes en materia macroeconómica, es incierto si podrá contar con el apoyo del Legislativo para aplicarlas en su totalidad lo cual genera un escenario volátil a la vista.
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| Cristo Redentor de Chorrillos. Gracias Odebrecht |
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