jueves, 5 de mayo de 2016

¿Hay Racionalidad Económica en el famoso "Efecto Mariposa"?

Escribe: Lucero Quispe

Muchos hemos oído decir que pequeños cambios en nuestras acciones pueden tener enormes repercusiones en el futuro. Marty McFly, al viajar al pasado, tuvo que tener mucho cuidado al conocer a sus padres porque cualquier interferencia podía impedir hasta su propio nacimiento #QuieroMiDeLorean. Pero situándonos en algo más realista, en Hombres de Negro III[1], Griffin tiene la habilidad de visualizar los posibles escenarios de cualquier acción. Por ejemplo, el no dejar propina en un restaurante podía ocasionar que un meteorito cayera en la Tierra en un futuro. Es así que, si algo tan insignificante puede implicar un evento de gran magnitud ¿Cómo sería la toma de decisiones de un individuo racional, si fuéramos como Griffin?

“El batir de las alas de una mariposa puede provocar un huracán en otra parte del mundo”. De esta forma podemos definir brevemente de qué trata la Teoría del caos o el Efecto Mariposa. Es decir, pequeñas decisiones o acciones a lo largo del día pueden crear grandes cambios, no sólo para nosotros mismos, sino también para el entorno. 



El Efecto mariposa es un ejemplo de lo que se denomina comportamiento caótico. Esta es una característica de algunos sistemas dinámicos (Para quienes no se encuentren aún familiarizados con el concepto, un sistema dinámico busca describir la evolución de las variables en el tiempo). Así, el comportamiento caótico implica que pequeños cambios en las condiciones iniciales de una variable puede modificar por completo su trayectoria #MateTuTerror #MételeEuler.

Sin embargo, alejándonos un poco de la mate, la teoría del caos también se relaciona con la economía, específicamente en el estudio de la toma de decisiones de los individuos. Para empezar, es necesario aclarar qué se entiende por “agente racional” en la economía. No es el ser un genio con la capacidad de hacer muchos cálculos, ni tampoco el ser egoísta y buscar únicamente el beneficio propio. 

En resumen, para la economía, la racionalidad implica dos características: la completitud y la transitividad.

i) La completitud quiere decir que ante dos alternativas: A o B, la persona puede decidir, con seguridad, si prefiere A a B, o B a A o si le es indiferente. Por ejemplo, ¿hamburguesa o pizza? (Disculpen, ¡no quise poner un ejemplo tan difícil!)

ii) La transitividad implica que si se prefiere A a B y B a C, entonces, prácticamente es decir que prefieres A a C. Es como si rankearas tus preferencias y fueras consistente a ello.

Entonces, ¿cómo afecta la Teoría del caos a la racionalidad de las personas? En un mundo donde no existe el comportamiento caótico, únicamente te riges por tus preferencias y la aversión al riesgo que poseas, de ser el caso.

Estás pensando apostar con tus patazas Juan o Miguel. Si apuestas con Juan, y tiras la moneda, si sale cara ganas S/. 100, mientras que si cae sello, no ganas ni pierdes. En cambio, si apuestas con Miguel y la moneda sale cara, ganas S/. 1,000, pero si pierdes S/.900. ¿Con quién decides apostar?

Para quienes somos adversos al riesgo, la opción a elegir es Juan. Esto porque en un mundo libre del caos y considerando que no somos Griffin, al momento de tomar una decisión, solemos ignorar muchas variables que creemos no importan, ni tendrán impacto en los resultados finales #MándalasAlError. Sin embargo, en un mundo con caos, ya no sería tan fácil tomar una decisión. En este caso, deberías evaluar con qué moneda vas a apostar, su peso, en qué lugar la tirarían, la altitud, la presión, el día del año, el clima, hasta que desayunaste… (incluir variables random aquí). Todas estas variables podrían afectar el resultado de la apuesta, por lo que no podrías tomar una decisión a la ligera.


De esta forma, la presencia de este efecto mariposa afecta el concepto de racionalidad de las personas, especialmente a la completitud de las preferencias. En un mundo sin caos, no es difícil elegir A (Juan) o B (Miguel), lo demás no importa, todo es ceteris paribus. Pero, ante la presencia del caos, todo se complica. ¿Cómo saber si no afeitarte hoy, puede significar que conozcas a tu futura esposa? ¿O que si al cambiar la ruta por la que usualmente vas, encuentres S/. 100? ¿O que si el color de tu corbata definirá si te dan trabajo? 

Si en cada momento de nuestra vida, pensamos en la infinidad de posibilidades al momento de realizar una decisión y cómo minúsculos cambios en nuestras acciones pueden modificar la trayectoria de nuestras vidas, simplemente decidir algo se vuelve imposible. Si no tenemos la capacidad de ver el futuro, como Griffin, entonces no sabemos si cualquier pequeña elección afectará nuestro entorno de forma drástica, ya no se podría elegir A o B, por lo que nuestras preferencias dejarían de ser racionales.




[1] Ok, no fue tan realista.
Créditos: Rafael Jimenez- "Paradigmas"
 
Pd: Si te gustó este artículo, no te olvides de compartirlo y de seguirnos en fb: www.facebook.com/vozactual


No hay comentarios.:

Publicar un comentario