domingo, 1 de junio de 2014

Les tournesols: los girasoles de Vincent van Gogh

Escribe: Bozena Zakrzewski

Van Gogh. No, no me refiero al grupo musical, sino al pintor holandés afamado por la célebre “La Noche Estrellada” de la cual estoy segura has escuchado hablar o has visto en algún fondo de pantalla. Vincent fue un genio, uno de los personajes más representativos del llamado Postimpresionismo - término que hace referencia a una diversidad de estilos pictóricos que se desarrollaron en Francia entre 1880 y 1905 que toma del Impresionismo el uso de color pero se opone a reflejar la naturaleza puntualmente pues llevan más emoción y expresión: muestran una visión subjetiva del mundo - ya que este artista transformaba u exageraba la realidad para expresar sus emociones e intensificar dicha comunicación.


Lo primero que pinta Vincent al llegar a Francia son girasoles que, en un principio, fueron para decorar el dormitorio de su gran amigo Paul Gauguin. Si uno mira el cuadro de “El jarrón con 15 girasoles” no encontrará nada especial en él; sin embargo, si se aprecia detenidamente, podrá darse cuenta de los secretos que guarda.




1. La composición: hay un equilibrio. Las flores están perfectamente balanceadas en el cuadro. Si notamos, todas se compensan entre sí, lo cual causa una sensación sobreacogedora y nada rígida. Si se traza una línea paralela a la de la mesa y se divide en cuatro cuadrantes, se observa más claramente este balance. Además, si se unen los puntos – de tal forma que se forma un rombo – se observa como los girasoles ocupan, en mayor proporción, ese espacio.




2. Colores: correcto, predomina el amarillo en diversas tonalidades. Sin embargo, hay un uso de los contrastes en dos formas. La primera es el contraste disperso, que lo apreciamos en los verdes de los tallos y hojas, mientras que, el segundo contraste es más puntual y se encuentra en la línea azul. Tratemos de imaginar que esta no existiera: simplemente no habría una diferencia entre la pared y la mesa, cuyos colores, a su vez, están presentes en el jarrón pero en posición invertida.



3. Los girasoles: como dije, Vicent era un genio, y en este cuadro muestra a las flores en sus diversas etapas de vida, recalcando el paso fugaz del tiempo. Creo que no es necesario detallar esta característica a fondo pues es notoria.





4. Valor simbólico: se afirma que Vincent, como fiel devoto que era, trato de representar la vida de un cristiano fiel, que sigue la luz de Dios como lo hacen los girasoles con la luz del sol.


Entre las pinceladas y el cromatismo de esta obra de arte, están ocultos diversos puntos a analizar y, en mi opinión, eso es lo que hace tan complejo un cuadro tan simple – bajo una simple mirada. Tal vez, si expandimos las posibilidades de lo que esta obra representa, se podría llegar a pensar que es un autoretrato del mismo Vincent, disfrazado en una naturaleza muerta.

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1 comentario:

  1. Cabe recalcar que Vincent era autodidacta, nunca fue a una escuela de Bellas Artes y que nunca en su vida vendió un cuadro...los cambiaba por posada. Su padre fue pastor e intento seguir sus pasos pero fueron otros rumbos los que le esperaban. Un 28 de julio de 1890 su vida se extinguió por suicidio. Su hermano Theo velaba por él y se hace manifiesto esto al leer "Cartas a Theo" Las casi ochocientas cartas que Vincent escribió.

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