China divide Nicaragua

Escribe: Mario Rivera 

¿División política, social, religiosa? No se preocupen, la referencia es a una “aparente” división territorial, y no hay guerras de por medio. Incluso, más que un aspecto negativo, parece ser todo lo contrario, por lo menos así lo afirman las autoridades del país centroamericano. La división del territorio se daría por el Canal de Nicaragua, nueva conexión entre el Pacífico y el Atlántico, en un proyecto comandado por una empresa china.

Un primer cuestionamiento es válido: ¿No hay otra forma de conectar los océanos sin atravesar todo un país? En Voz Actual nos hicimos la misma pregunta. En la actualidad, existen cuatro formas de cruzar de un océano al otro.

Empecemos por las naturales. Primero está el estrecho de Bering. Al norte, un paso frío entre Siberia y Alaska, por donde se dice, vinieron los primeros pobladores americanos. El Océano Ártico conecta ambos océanos. Hoy en día,  definitivamente, no es la mejor opción.  Una segunda alternativa es el Estrecho de Magallanes, al sur del mapa,  entre la Patagonia y algunas islas. Descubierto por los españoles, en su afán de conseguir otro camino hacia las Indias, dado que el camino más corto era controlado por los portugueses. En tercer lugar, está el Pasaje Drake. Si el Estrecho de Magallanes está al sur, el pasaje Drake supera estos límites y va más allá; es, literalmente, el mar que separa América del Sur y la Antártida. Conocido por muchos marineros como las aguas más tormentosas de la Tierra.

Una cuarta opción es el Canal de Panamá, la única vía artificial, y la más utilizada actualmente. Es la vía de navegación más rápida (¡por fin un modo de no bordear todo el continente!), y desde su construcción ha sido fundamental para dinamizar el comercio mundial.

Como quinta opción, se asoma el Canal de Nicaragua. Éste no ha sido un invento chino. Es una idea antigua, desde la Francia de Napoleón III hasta Estados Unidos han evaluado esta posibilidad, pero en todas las ocasiones se ha abandonado por su elevado costo. Ahora son los chinos quienes, en el nuevo papel de primera potencia comercial del Mundo, toman la batuta y planean afrontar este costo. La propuesta es la siguiente:

Este es el mapa del canal. Si bien parece que partiera al país en dos, y en Voz Actual también nos asustamos por esto, no es tanto así. Es probable que se utilicen algunos ríos. Una primera opción era usar el Río San Juan, pero se informó que por razones técnicas ya no será así. La ruta estará más al norte, sólo que aún no es confirmada. Lo que sí es un hecho es que pasará por el Lago Nicaragua.

En junio de 2013 se firmó la concesión y el inicio de las obras está proyectado para diciembre de este año. ¿Qué ganará Nicaragua? Además de la construcción del oleoducto que conecte ambos océanos, y un pago de 40 mil millones de dólares, se construirán dos puertos de aguas profundas, ambos unidos por un canal ferroviario. También se tendrán zonas de libre comercio y un aeropuerto en cada zona. ¡Todo el mundo tendrá que pasar por ahí! El impacto económico será importantísimo.

¿Qué gana la empresa china? El control de la nueva conexión del mundo. La concesión del Canal de Nicaragua será por 50 años. Haciendo una comparación, por el Canal de Panamá pasan entre 35 y 40 buques al día. En promedio, un buque de carga Panamax (barcos que se ajustan a las medidas del canal) paga $80,000. Saquen sus cuentas. ¡Esto nos da un ingreso promedio diario que oscila entre los 2.8  y 3.2 millones de dólares!

¿Qué gana el mundo? En primer lugar, se ganan opciones. Los precios del Canal de Panamá son altos, pero evidentemente menos costosos que bordear todo el continente. Con un nuevo canal, habrá más opciones, y si no hay colusión de por medio, mejores precios. En segundo lugar, el canal constituirá un impulso enorme para el comercio internacional. Más buques que puedan circular diariamente; incluso la amplitud del Canal de Nicaragua será superior a la de su contraparte panameña.

Se proyecta que el canal esté listo en 10 años. Sin duda, un gran avance a futuro.

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