¿Cuál sería el impacto de la multiplicación de los panes y peces y la Resurrección?

Escribe: Lucero Quispe

Empieza oficialmente Semana tranca Santa. Muchos ya están en la playa disfrutando del feriado, mientras que otros tienen planes un poco “más arriesgados”: hacer una maratón de películas apropiadas para la ocasión. Desde Ben Hur, Los Diez Mandamientos, La vida pública de Jesús (también la versión para niños) y, para cerrar la función, La pasión de Cristo. #MalditaPobrezaParteII. No obstante, hay quienes también aprovechan estos días para reflexionar y recordar los diferentes sucesos en la vida de Jesús hasta su muerte y resurrección. Es así que Voz Actual, como siempre, se suma a esto y le dedica una edición especial a Semana Santa.  

La gran mayoría, por diferentes motivos, conoce muchos de los milagros de Jesús. Si bien creer es un acto de fe, también, desde un punto de vista teológico, hay quienes explican que estos eventos deberían tomarse de forma más metafórica, ya que existe una gran reflexión y enseñanza detrás de todo ello. Dejando el debate de lado, y tomando todos los milagros de forma literal #MenosAguaMásVino (no podemos afirmar que Jesús, hijo de Dios, no tenía la capacidad y el poder divino para realizarlos), me pregunto: ¿Qué pasaría en la economía si pudiéramos multiplicar los panes y peces y hasta resucitar?

La multiplicación de los panes y peces  

(Para aquellos que no recuerdan mucho) 

Así sólo nos limitemos a los panes y peces, ¿se imaginan poder multiplicar estos dos bienes de forma infinita? Para empezar, recordemos que la economía es el estudio de la asignación eficiente de recursos escasos entre diversos fines. Si estos pudieran ser multiplicados, entonces ya no serían bienes escasos. ¡Se convertirían en un bien casi como el aire! Al existir abundancia de peces y panes (Desplaza tu curva de oferta mil metros a la derecha) prácticamente ya no tendrían precio, este se volvería casi nulo.

Desde el punto de vista de utilidad, consumir una cierta cantidad de peces con otra cantidad de panes te produce satisfacción. Pero al poder consumirlos en grandes cantidades y hasta gratis, poco a poco, las unidades adicionales de pescado y pan que vayas consumiendo no te generarán la misma utilidad que la primera vez (técnicamente conocido como: utilidad marginal decreciente #SácaleDerivada), al punto que llegues a saturarte y no te generen utilidad alguna, sino todo lo contrario. 

Un poco de humor actual.

Asimismo, tomemos en cuenta que en esa época los panes y peces eran complementarios, por lo que el efecto de una mayor producción y menores precios, aumentaría la cantidad demandada de ambos. Ojo: siempre hay un punto de saturación, como se explicó anteriormente. Por otro lado, se deterioraría la industria de los sustitutos, por ejemplo, del pollo y los bizcochos. Si consideramos al pollo y al pescado como bienes inferiores (mayor ingreso, menor demanda), al ser el pescado prácticamente gratis y dado que el precio del pollo no puede bajar al mismo nivel (porque ya no sería rentable, tendrías pérdidas por mayores costos), la gente preferiría consumir más pescado y casi nada de pollo.

Por otro lado, los más beneficiados serían aquellos que prefieren más el pescado y el pan: ya sea porque sólo pueden acceder a estos bienes o cuestión de gustos. Al tener más de estos productos, se podría decir que se les está pagando en especies, por lo que su restricción presupuestaria se incrementaría. Así alcanzarían una mayor curva de indiferencia y todos felices. En cambio, aquellos que pueden acceder a otros productos como la carne o no les gusta el pescado y el pan, no tendrían cambios en su restricción y utilidad, por lo que serían indiferentes.

Por último, y metiéndole el nivel macro, consideremos que tanto el pan y el pescado son también productos necesarios que pertenecen a la canasta básica del consumidor. Si bien, su impacto en la canasta puede ser diferente, de igual forma, al reducirse sus precios a casi cero, entonces, también se reduciría en parte la inflación. No olvidemos las mismas industrias de pescado y panes (?), estas tendrían que hacer un reperfilamiento de sus estrategias y mercado objetivo, de cierta forma, ya no habría consumo humano directo (pescado congelado) y tendrían que preocuparse por darle mayor valor agregado a sus productos, tanto para diferenciarse como para obtener algo de ganancias.

La Resurrección  

(Supongo que todos saben a lo que me refiero, por lo que aquí no hay vídeo)

Muchas veces, las historias narradas en la Biblia no han dejado de sorprendernos. Varios fueron los personajes que vivieron con una expectativa de vida de casi 1000 años y algunos recién tenían hijos a partir de los 65 años. Sólo nombrando, Noé vivió hasta los 930 años y Matusalén hasta los 969. Pero, recién es después de la resurrección de Jesús que se puede hablar de una vida infinita. ¿Qué pasaría si todos pudiéramos resucitar? 

En “Essay on the Principle of Population”, Malthus identifica que mientras la población crece a tasas exponenciales, la producción de recursos, como los alimentos, lo hace de forma aritmética. Es decir, en un futuro, las personas no tendrían los recursos necesarios para sobrevivir. Una de las razones por las que se descartó esta predicción fue el desarrollo de la tecnología e innovación que permitían utilizar al máximo potencial tanto la tierra y otros activos que posibilitarían el seguir creciendo. Sin embargo, si todos pudiésemos resucitar, no habría muerte, la población seguiría creciendo y creciendo a tasas increíbles, por lo que tal vez no habría tecnología suficiente para seguir utilizando eficientemente los recursos. En este caso, Malthus tendría toda la razón. Es más, sería tanta la sobrepoblación que ¿dónde entraríamos todos? Tal vez, la tecnología no se enfocaría en brindar alguna solución en este planeta, sino tratar de hacer posible habitar Marte (?). En base a esto, el costo de las tierras también se elevaría enormemente.

De igual forma, al existir tanta gente, entre los que nacen y vuelven a resucitar, también existiría un incremento enorme en la demanda de diversos bienes y los precios aumentarían #InflationModeOn. Es así que llegamos a analizar el consumo intertemporal. En este caso, sabiendo que vas a vivir por mucho tiempo (infinitamente), te preocupas más por el largo plazo. En primer lugar, de acuerdo a la teoría, si pudiéramos resucitar entonces, ¡ya no existiría una tasa de descuento! (esta tasa puede definirse como la impaciencia del consumidor por recibir algo ahora que mañana). Ya no se cumpliría el buscar reemplazar completamente el consumo presente por el futuro, así como al saber que existe una mayor demanda y que los precios subirán, preferirás guardar pan para los miles de mayos que tendrías al resucitar.

En el mercado laboral también habría consecuencias. Como cualquier bien en exceso, su precio disminuye. Así la mano de obra se abarataría, de tal forma que analizando la tasa de sustitución de capital por mano de obra, te saldría más barato usar gente para los procesos que seguir invirtiendo en máquinas con una depreciación y vida finita. O podría suceder que, al poder resucitar, puedes acumular experiencia y conocimiento en determinado trabajo por lo que el salario también podría reflejar directamente ese incremento de productividad. Se podría decir que tu curva de salarios pasaría de una forma logarítmica a exponencial. Finalmente, ya no tendrían mucho sentido los seguros de vida, ¿verdad? 

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Como pueden darse cuenta, una vez más, la economía (y lo freak) puede surgir de cualquier tema. ¡Espero el milagro (?) de que muchos pudieran terminar de leer y hayan disfrutado de este artículo!

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Agradecimientos especiales: A todos aquellos que en pleno cierre, me ayudaron con la lluvia de ideas.