jueves, 5 de noviembre de 2015

¿Cómo enamora un economista?

Escribe: Edicson Luna

Para los economistas es muy común hablar de los temas de la vida cotidiana en términos económicos. En el presente artículo se tocará el tema al que más tiempo le dedicamos el 99% de nosotros -¿cómo enamoramos?-, utilizando algunos de los conceptos básicos de economía.

Los hombres solemos usar diferentes estrategias para enamorar a cada chica de acuerdo a “su forma de ser”. Para algunas es importante ser tierno; con otras, detallista o divertido. Por otra parte los economistas tenemos la tendencia a responder todo en base a utilidades, costos, tipos de bienes, beneficios y a la ley de oferta-demanda, entre otros. Así, suena un poco difícil poder contestar a la pregunta planteada en este artículo. Sin embargo, también tenemos lo nuestro para enamorar a una chica:
1. Al principio, el economista sabe que para una mujer cada hora adicional de su tiempo tiene un costo mayor. Por lo tanto, cuando él tiene la oportunidad de pasar una tarde junto a su dama trata de hacer mil y un cosas distintas con tal de quedarse un rato más a su lado.

2. Haciendo la analogía con dos de los tipos de mercado, un buen economista se da cuenta rápidamente que una mujer siente que su situación es más parecida a la de un monopolio que a una competencia perfecta (if you know what i mean). En un monopolio el precio del producto es mayor, así el consumidor le toca pagar un poco más de dinero que en competencia perfecta. Sabiendo esto el economista, y no los contrincantes, minions los otros, el esfuerzo de este para llegar al corazón de su chica, es mayor.

3. Si bien es cierto, la cantidad ofertada depende directamente del precio esperado y la compra de acciones en la Bolsa de Valores de las expectativas; el comportamiento de una mujer, no depende de absolutamente ninguna variable. Es decir, es un factor totalmente exógeno. Así un economista ahorra tiempo de su vida (que es probablemente su recurso más escaso) tratándolas de entender y solo intenta disfrutarlo junto a su chica.

4. Además, un economista también sabe decirle cosas bonitas a su chica, aquí algunas de ellas:
-Mi amor por ti crece más rápido que la inflación del primer gobierno de Alan García.
-La derivada de la felicidad que me produces nunca llega a cero.
-Que lindas curvas de indiferencia, tan convexas y de gran utilidad.
-Eres mi falla de mercado, y ninguna de mis políticas la puede remediar.
-Desde que te conocí me di cuenta que he llegado a mi estado estacionario y no me pienso mover de ahí.
-Quisiera que fueras banco, para depositarte mi ahorro.
-Eres mi perfecto modelo econométrico con todas las variables que necesito.
-Mi curva de utilidad marginal de estar a tu lado tiene pendiente positiva.
Y la mejor de todas “MI VIDA ERA UN CETERIS PARIBUS HASTA QUE LLEGASTE TÚ”.

5. Para terminar, un economista sabe que, a diferencia de una empresa que ha monopolizado el mercado por medio del “dumping” y que después ha subido los precios para maximizar el beneficio, su amada nunca será de su propiedad; así que los esfuerzos que este realice serán constantes y su Límite cuando t(tiempo) -> infinito nunca dará esfuerzo=0. Aunque, claro, hay que reconocer que me fui en floro no todos son iguales.

De todo lo anterior se puede desprender una conclusión: “Claramente, hay dos cosas para las que los economistas no somos buenos: Pronosticar una crisis y enamorar a una mujer”.

Tomada de www.facebook.com/EconomiaPuntoCom/

Y tú que eres (o serás) economista: ¿cómo enamoras a una chica?

Pd: Si te gustó este artículo, no te olvides de compartirlo y de seguirnos en fb: www.facebook.com/vozactual




1 comentario: