domingo, 12 de abril de 2015

En la repetición está el gusto o “Yo tengo 7” (?)

Escribe: Gonzalo Vásquez

Probablemente estas frases, aplicadas al panorama político del Perú, sean más sarcásticas que otra cosa. La sonrisa protocolar que mostró Ollanta Humala el pasado 2 de abril en la presentación de su séptimo gabinete—esperemos que sea el último, aunque la estadística indica lo contrario— no es reflejo una buena situación en palacio de gobierno. La aprobación del mandatario ha caído en las últimas semanas y las complicaciones en megaproyectos de inversión como Tía María no parecen respaldar los presagios económicos favorables que se habían formulado para el 2015. De que Cateriano tiene retos, los tiene, pero al parecer tiene algo que los otros Premieres no tenían: autoridad.


Nuevo Gabinete, esquizofrenia detected

El pasado 30 de marzo se aprobó la moción de censura contra la entonces Premier Ana Jara Velásquez en el Congreso por los más de 100 mil rastreos realizados por la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) a políticos, empresarios, militares, entre otros. Ante eso, solo quedaba esperar la renuncia inminente de todo su equipo de trabajo. Es para tener en cuenta que antes de Jara, los otros 5 primeros ministros habían renunciado o habían sido despedidos. En ese sentido, este cambio de gabinete fue distinto. Sin embargo, un 7mo gabinete es fiel reflejo de inestabilidad política.

Recordando un artículo de The Economist del pasado febrero, se mencionó una afirmación con la estoy de acuerdo más que nunca. La publicación señalaba que el gobierno de Humala era un gobierno “esquizofrénico”, pues se caracterizaba por su inestabilidad. En ese entonces ya estaba en su 6to Premier y en su 6to ministro del Interior. Dicha esquizofrenia ha empeorado, ahora son 7 y siguiendo los interesantes cálculos realizados por El Comercio (un 1er ministro dura 216 días en el cargo aproximadamente) podría haber incluso un cambio más antes de las elecciones del 2016.

Salieron a la luz muchos nombres para el nuevo premier, entre ellos el del entonces Ministro de Vivienda Milton Von Hesse como sucesor de Jara Velásquez. La presión política que existía sobre dicho cargo era tremenda, y al mejor estilo del Capitán América, Humala necesitaba un escudo que fuera irrompible. Dicho escudo, aunque no irrompible ni exento de críticas, parece haber sido encontrado en la persona de Pedro Cateriano. 

¿Quién es Pedro Cateriano y por qué podría salvar a Ollanta?
Pedro Cateriano Bellido es un abogado por la PUCP y un experimentado político peruano. Era uno de los ministros que más tiempo había permanecido en Palacio, desde 2012 para ser exactos, cuando juró como Ministro de Defensa como parte del tercer gabinete Humala. Los otros nuevos integrantes de su equipo de Avengers (?) son Ana María Sánchez en Relaciones Exteriores, Jakke Valakivi en Defensa y Gustavo Adrianzén en Justicia y Derechos Humanos. Hago la analogía con este equipo de superhéroes pues durante sus aventuras sufren altas y bajas, pero siempre existe una base que se mantiene y finalmente se escogen a los más adecuados para la situación. Al parecer, esto es lo que ha ocurrido con Cateriano.

El nuevo escudo del Ollanta (?)
En su juramentación expresó que creía en que siempre debe existir oposición en un gobierno democrático, pero si no existe mayoría en el Congreso, pueden suscitarse nefastas experiencias en lo que a control político se refiere. Además, señaló que el crecimiento económico es una de sus prioridades. Pasados pocos días de dicha juramentación, Jaime de Althaus, Álvarez Rodrich y otras voces importantes de la prensa peruana acuerdan que la gestión de Cateriano ha empezado con el pie derecho. ¿Por qué?

Un encuentro que sacó chispas
Con lo difícil que es establecer espacios de diálogo en la política peruana, nuestro nuevo Premier ha
sabido reunirse con los principales candidatos políticos como Keiko, PPK, y su archienemigo Alan García (en lo que supuso un choque de pesos pesados en política) y personalidades importantes para el futuro del país con relativo éxito. Lo paradójico es que habiendo colocado a la “fuente de la discordia” en un lugar de concordia, como señala De Althaus, cambia las cosas para bien. No ocurre por arte de magia, sino porque en este país falta autoridad (sino veamos la principal crítica que Humala arrastra probablemente desde que se casó con Nadine). A Cateriano lo respalda una trayectoria considerable en política y el temor que muchos le tenían se ha transformado en respeto. Si se logra transformar este panorama en paz, ¡bingo!

Panorama actual: la tía más querida

Como señalé inicialmente, no es que tenga muchísimo margen para actuar. Los puentes aún precarios que está construyendo el nuevo Premier deben ser respetados por el presidente, pues es él quien se encuentra contra las cuerdas y con poco tiempo restante para dejar la casa en orden dadas las elecciones picantes que se vienen. Si fue o no intención de poner a Cateriano en este cargo para fungir de escudo es lo de menos. Miremos hacia adelante.

Se puso el equipo al hombro
El panorama empresarial ante el cambio de Gabinete no es negativo, como señala Jaime Reusche, vicepresidente de Moody’s investors. La presión sobre el precio de los metales se ha reducido y además afirma que el flujo de inversión extranjera se mantendrá. Sin embargo, las expectativas económicas son claves en un año previo a elecciones, y teniendo en cuenta el desempeño pobre de la región, habrá que fortalecer lo más posible la economía.

Probablemente Tía María sea el proyecto de inversión más importante del año por todo el entorno que ha generado. Lograr un resultado positivo se traducirá en aprobación, confianza y finalmente en crecimiento económico (que es lo más importante pero no lo único importante). No es el único megaproyecto paralizado, y por eso es crucial que Ollanta deje un poco de lado el tema de inclusión social como único escudo y aproveche oportunidades tangibles de crecimiento que se pueden escapar.

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