miércoles, 22 de octubre de 2014

Tócame que soy realidad (?) La máscara que oculta a la bestia boliviana

Escribe: Gianfranco Smarrelli

No somos responsables de los errores ortográficos de este meme
En las últimas semanas, la mayoría de noticias que se han publicado sobre Bolivia son positivas. En el último boletín del FMI se estima que dicho país crecerá 5.2% en el año 2014 (muy por encima del crecimiento de América Latina, el cual se estima en apenas 1,3%), con una inflación de enero a agosto de 3.88%. Evo Morales ganó las elecciones con el respaldo de más del 60% de la población y, hasta en el fútbol hay alegría: Bolivia empató 2-2 contra Chile; y de no ser por el error arbitral en el último minuto, Bolivia habría ganado 2-1.



La Bolivia de Evo
Para poder entender mejor la situación actual, hay que remontarnos a diciembre del 2005, mes en el cual Evo Morales ganó las elecciones presidenciales con el 53.74% (mayoría absoluta). Desde entonces, empezaron las reformas en Bolivia. En su primer año de mandato, estatizó los hidrocarburos del país. Así, las empresas que operaran en el mercado se quedarían con un 18% de las utilidades y el otro 82% irían a manos del Estado. Además, esta misma normativa obligaba a que las empresas que explotaran los yacimientos fueran empresas mixtas y que, por lo menos, el 51% le perteneciera al Estado. De esta manera, la producción de petróleo pasó de 673 millones de dólares en el 2005, a dejar 5,855 millones de dólares en el año 2013.


Asimismo, el PBI también ha gozado de un gran crecimiento desde que Evo llegó al poder: en los últimos 8 años el PBI aumentó de 9,500 millones a 30,381 millones de dólares; y el PBI per cápita, prácticamente, también se triplicó, llegando a 2,757 dólares. Esto, en gran medida, se debe a que las exportaciones han crecido nueve veces desde el 2005 y a que las ventas de gas  representan el 50% de ingresos del Estado. Además, el Banco Mundial prevé que Bolivia será el país con el mayor crecimiento en la región, con un 5.1% por delante de Paraguay (4.8%), Colombia (4.6%) y Ecuador (4.3%). Cabe resaltar que en el año 2013 Bolivia tuvo el segundo mayor crecimiento de la región, sólo por detrás de Paraguay. Este no ha sido un boom de dos años, ya que desde que Evo llegó al poder, el crecimiento promedio anual es de 5%.

Contra todo pronóstico, la Bolivia de Evo también ha batido récords en Inversión Extranjera Directa; en el año 2013, ésta llegó a 1,750 millones de dólares, superando el pico que había alcanzado en 1998, cuando la inversión extranjera directa fue de 1,024 millones de dólares. Además, los beneficios no han sido solo económicos, según cifras del Banco Mundial, en el año 2005, el 60.6% de la población era pobre, mientras que para el año 2011, esta cifra se ubicaba en 45%. Asimismo, en el año 2008, la UNESCO declaró a Bolivia un país libre de analfabetismo.

Sin embargo, ¿es tan buena la situación?
Si uno se fija solamente en las cifras y las comprara con el pasado de Bolivia, pareciera que lo que ha hecho Evo ha sido excelente, un presidente prodigio con grandes hazañas económicas; sin embargo, hay que analizar la situación más a fondo.

Una de las cosas más preocupantes de la victoria de Evo es que este será su tercer mandato, con el cual cumplirá 15 años en el poder, una eternidad; y para quienes defendemos la democracia pura, esto no es tolerable. Además, le dedicó su victoria a Fidel Castro, quien gobernó Cuba por 32 años para luego ceder el poder a su hermano, y a Hugo Chávez, quien gobernó por 14 años y sólo la muerte lo pudo separar de su afán por ser eternamente reelegido.  “Este triunfo se lo dedico a Fidel Castro y al difunto Hugo Chávez”, fueron las palabras de Evo. Asimismo, como afirmó el escritor Boliviano Edmundo Paz Soldán: “Está prácticamente a punto de conseguir dos tercios en el Palacio Legislativo. Si lo hace, puede cambiar la Constitución sin apoyo de otros partidos. Entonces, sí hay un peligro de perpetuarse en el poder. Él dice que se va a retirar luego de esta elección, pero el problema de esta revolución caudillista es que el caudillo no deja que aparezcan nuevos líderes dentro de su partido”.

Por otra parte, el crecimiento económico en Bolivia, no ha sido más que eso, el país no se ha desarrollado más o ha mejorado en términos de competitividad, y es que en el último Reporte Global de Competitividad del WEF, Bolivia se ubica en el puesto 133 de 144 en soborno a las autoridades y en el puesto 123 en lo que respecta a crimen organizado. Además, se ubica 109 en salud y acceso a educación primaria; un puesto muy bajo para un país “socialista”. Asimismo es el segundo peor país en lo que respecta a los derechos legales de los prestatarios y prestamistas. Por si fuera poco, el último estudio realizado por InSight Crime muestra que Bolivia es el epicentro del narcotráfico y que el 5% del total de cocaína consumida en Estados Unidos proviene de dicho país.

Fuente: Reporte Global de Competitividad 2014-2015
Sin embargo, esto no es todo, una noticia estremeció al pueblo Boliviano la semana pasada, “Un joven mata a su novia frente a 20 personas que solo grababan la escena”. Este joven acuchilló hasta la muerte a su novia en plena calle frente a 20 personas y nadie hizo nada. Si bien este puede ser visto como un caso aislado, los datos de la ONU no son alentadores: Bolivia es el país latinoamericano con mayor tasa de violencia física contra las mujeres y el segundo en lo que respecta a violencia sexual.

En conclusión, para formular afirmaciones sobre la situación de Bolivia no es suficiente con mirar las cifras, datos y hechos sobre el crecimiento económico. Como en todo, es necesario ir más allá y estudiar las demás variables que nos permiten entender por qué el 40% de la población optó por decir NO a la reelección. El crecimiento de Bolivia debe ser tomado con pinzas y los ojos de los hacedores de políticas deben enfocarse en buscar el desarrollo integral del país ya que el 20% de la población vive en una situación de pobreza extrema. Deben buscar un desarrollo que no significa, únicamente, tener un PBI más alto, sino también vivir en un país seguro y donde todos los ciudadanos accedan a más y mejores servicios de mayor calidad.


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