domingo, 16 de marzo de 2014

Ucrania: ¿Retomando la Guerra Fría?

Escribe: Mario Rivera

Ucrania es el campo de batalla de intereses de talla mundial, y hasta el momento ha costado más de 50 vidas. De llegar a buen puerto las conversaciones, se podría evitar un mayor derramamiento de sangre, no obstante, la situación actual es bastante tensa. ¿Qué hay detrás del conflicto ucraniano? 



En noviembre de 2013, el presidente ucraniano Viktor Yanukovych rechazó un acuerdo para profundizar los lazos con la Unión Europea (UE), que se había estado negociando por tres años, a cambio de extender su acercamiento a Rusia. A partir de esto se desencadenó una serie de protestas. ¿El inicio o la gota que derramó el vaso? Para responder, uno se debe adentrar en el contexto ucraniano. 

Geopolítica – Esferas de influencia

Geográficamente, Ucrania es el nexo entre Europa (oeste) y Rusia (este), y como es natural, ha tenido virajes políticos hacia uno u otro bando. Durante casi todo el siglo XX Ucrania formó parte de la Unión Soviética, hasta su independencia en 1991. A partir de este hecho, sus lazos con Europa se han afianzado, hasta el punto de considerar entrar a la Unión Europea. Las negociaciones terminaron en noviembre último. 


Los intereses de ambos bandos por controlar esta posición estratégica es evidente, y esto se traduce en una población dividida. Por un lado, el impulso por acercarse a Europa es promovido por las jóvenes generaciones del oeste del país. Por otro lado, el oriente y sur son más cercanos a Rusia. En esta última parte incluso domina el idioma ruso. 


Durante la guerra fría, se utilizó el término “esferas de influencia” para describir esta situación. Es decir el mundo estaba dividido en dos áreas, en las cuales una organización o estado (EEUU y UE por un lado, URSS por el otro) ejercía un dominio político y económico. Cada superpotencia buscaba adherir más países e incrementar la zona de influencia, lo cual llevó a conflictos intrapaís secundados por intereses extranjeros (los casos más conocidos son los de Alemania, Corea, Vietnam, entre otros). 

Como sustenta Mark Mardell, editor de la BBC Norteamérica, “desde la caída de la Unión Soviética, Rusia ha caído catastróficamente frente a occidente”. Esto explica en cierta medida el porqué la fuerte posición rusa de adherir más territorios que será explicada en detalle más adelante. 

Interés Económico

En el ámbito económico, a primera vista, Ucrania parecería no ser una adquisición importante. Según la BBC, el país está en camino de ser un caso perdido, debido a la mala gestión y al despilfarro del gobierno ucraniano. 

No obstante, un recurso natural es de principal importancia en este territorio, el gas. El gas no se encuentra en Ucrania, sino en Rusia, pero es Ucrania el paso obligado de este recurso para suministrar a Europa. Alrededor del 40% del gas que importa Europa proviene de Rusia, y representa el 25% consumido en el continente. Asimismo, 80% del gas ruso que se exporta a Europa pasa por Ucrania. 

Ambas economías están vinculadas fuertemente por este motivo, y existen acuerdos de por medio. Las exportaciones rusas cubren más de la mitad de las necesidades de gas natural de Ucrania. Además, por el acuerdo de 2010, Rusia se comprometió a bajar el precio del gas que vende a Ucrania. Además, Rusia acordó ayudar en el finamiento de US$ 15,000 millones a Ucrania. 

Desenlace incierto - Crimea

A finales de febrero, el hasta entonces presidente ucraniano, Viktor Yanukovych fue depuesto de su cargo, y escapó al estado independiente de Crimea. Además, el Parlamento votó por la liberación de la líder opositora Yulia Tymoshenko, y dos de sus aliados (Oleksander Turchynov y Arsen Avakov) fueron elegidos como presidente del órgano legislativo y ministro del interior, respectivamente. Por su parte, Yanukovych desde Crimea declaró que él sigue siendo el presidente legítimo. Con estos hechos, el centro del conflicto se trasladó de Kiev a Crimea, donde grupos prorrusos han tomado el poder. 

Cabe resaltar que esta región cuenta con gran aceptación rusa, de los 2 millones de pobladores, 58,5% son de origen ruso, 24,4% son de origen ucraniano, y 12,1% son tártaros (exiliados por Stalin al ser acusados de ayudar a los nazis). La mayoría prorrusa ha permitido la obtención del poder en la región. En 1954, el exlíder soviético Nikita Krushev, trasladó esta región de la URSS a Ucrania. Con los hechos recientes, se plantea la vuelta nuevamente hacia la “Madre Rusia”, como la denominan los pobladores de origen ruso. 

Otro rasgo importante es que en 2010 se firmó un acuerdo que estipula que Rusia cuenta con el arriendo de la zona militar del puerto de Sebastopol en Crimea, hasta el 2042. Desde ahí, Rusia tiene su base de operaciones para el Mar Negro. Además, se autoriza a Rusia a tener hasta 161 aeronaves, 388 naves de guerra, y hasta 25 mil tropas en los puertos de Sebastopol y Fedosia en Crimea. No obstante, estas tropas no se han mantenido en los puertos, existe un desplazamiento de tropas rusas en Crimea, que prácticamente determinan un ocupamiento. Esto ha exacerbado más la coyuntura internacional ¿Cuáles son las posturas acordes con esta intromisión rusa? 

La postura rusa es clara, pues se ha utilizado en otros casos como el de Georgia. Rusia alude a que debe proteger a la minoría rusa del país en conflicto, y justifica su invasión. Osetia del Sur y Abjazia en Georgia quedaron como protectorados rusos. Así, el presidente ruso Vladimir Putin justificó el desplazamiento de tropas con el motivo de evitar la expansión de los conflictos en Ucrania. Además se culpa de estos conflictos a occidente, este pensamiento se resume en la opinión Fyodor Lukyanov, editor de la revista “Russia in Global Affairs”, “(Occidente) es incapaz de entender la complejidad de la situación y actúa de forma primitiva, dividiendo a los actores en buenos y malos y destruyendo sistemas indeseables en forma deliberada”. 



La postura de occidente se ha mostrado mucho más pasiva. Parece no existir consenso, en el Consejo de Seguridad de la ONU no se logró ningún punto de compromiso. Solo se observan posturas individuales, como las de EE.UU. y Reino Unido, que exigieron la marcha atrás de las tropas rusas. Sin embargo, de agravarse el conflicto, podrían esperarse consecuencias más severas desde occidente. 


La incertidumbre aun reina en la región de Crimea. Recientemente, se ha firmado un referéndum, mediante el cual Crimea pasaría a ser parte de Rusia. Las conversaciones entre occidente y Rusia existen, y el que lleguen a buen puerto es fundamental. Existe el miedo de que a partir de esto puedan debilitarse las fronteras en Europa. Los recuerdos críticos de la Guerra Fría, como la crisis de los misiles en Cuba que casi terminan en una guerra nuclear, nos llenan de angustia. En ese momento, la diplomacia se impuso sobre las armas, con años de aprendizaje, ese debería ser nuevamente el resultado.

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