lunes, 10 de noviembre de 2014

No es necesario mentir si se quiere defender la verdad

Redactor invitado: Rodrigo de Piérola

Sorprende la cantidad de errores y simplificaciones en el artículo “Francisco y la ciencia moderna” escrito por Francisco Miró Quesada Cantuarias en El Comercio del viernes 7 de noviembre.


1) Francisco no es el primer papa no europeo. Desde Pedro (nacido en Judea, Asia) hasta hoy ha habido más de 10 papas que nacieron en el medio oriente y en el norte de África.

2) Se dice fácilmente “La Iglesia, antaño, no fue tolerante con la ciencia y castigó a quienes proponían su avance”. No hay un solo caso de castigo por “proponer el avance de la ciencia”, no hay. En el caso de Galileo (que, aunque siempre hablan de persecución de la ciencia, parece ser el único en 2000 años) su sentencia no fue por proponer el heliocentrismo, sino por enseñar que lo había demostrado cuando eso era falso. Él no supo resolver el problema del paralaje que le había propuesto y que se usó como argumento contra el heliocentrismo por, entre otros, Tycho Brahe; sólo se puedo comprobar (con observaciones científicas) en el siglo 19.

3) Dicho sea de paso, si de casos aislados se refirere, a Lavoisier, padre de la química moderna, lo mató la Revolución Francesa (“La República no necesita de científicos ni qumicos”).


4) Sobre el tema anterior también es necesario decir que el libro de Copérnico se agregó al Index sólo después del caso de Galileo y que se levantó la prohibición luego de cambiar nueve oraciones.

5) Bien dice que es una leyenda -aunque más propiamente es un invento- el “eppur si muove”, pero al repetirla permite que el error subsista.

6) Luego viene el “durante siglos la Iglesia se opuso a todo lo que pudiese contradecir a las Sagradas Escrituras”. ¿No es común de cualquier grupo de personas, incluso científicas, el oponerse a quienes lo contradicen? Si yo digo “durante décadas El Comercio se opuso a todo lo que pudiese contradecir sus ideas de libertad de expresión”, no suena a malvado, ¿no?

7) La teoría del Big Bang fue propuesta el padre Lemaître y, por ser sacerdote y por sonar muy creacionista, fue desestimada por los cosmólogos y hasta por Einstein. Cuando Pío XII se pronunció a favor de ella, Lemaître le pidió no mezcñat cosmología con religión. Francico afirma lo mismo 60 años después.

8) La evolución ya fue aceptada por la Iglesia. En 1950, en Humani Generis, Pio XII estableció claramente que la evolución del cuerpo físico (más no del alma) carece de problemas teólogicos. Sé que hablar de papas progresistas hace sentir muy bien a algunas personas, pero no hace falta omitir datos certeros.

9) Es por lo tanto también falsa la frase “El único que lo ha hecho [hablar de ciencia] es Francisco”. Pero, para querer desprestigiar a la Iglesia nunca falta motivo.


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