Escribe: Maria Claudia Rossi
Los gobernantes de muchos países (sobre todo PPK) son conscientes de que
es importante invertir en deporte para mejorar los índices de salud nacional, y
por qué no, para lograr una posición significativa en el medallero de los
juegos olímpicos. Esto no es nada nuevo. Sin embargo, no todos sabíamos que esta
inversión en deporte incluía también, como todo en esta vida, el uso de
incentivos.
Pero estos no son casos aislados, otros países que despilfarran
grande sumas de dinero otorgan grandes premios a sus atletas son Italia, y
Francia. Estos países les pagan a sus atletas nada menos que 165 000 y 66 000 dólares
respectivamente por cada medalla de oro que obtengan. Pero, ustedes se preguntarán, ¿cuánto paga Perú? El premio que se ofrece
en nuestro país también es muy tentador, 60 300 dólares por colgarse la presea dorada, 30 100 por la de plata y 22 000 por la de bronce. Ahora sí que me pongo a hacer deporte.
Para
que decir que no si sí,
muchos pediríamos cosas similares si el gobierno nos ofrece cualquier cosa
material que nosotros queramos. No obstante, me alegra afirmar que, al parecer,
no todos pensamos igual. No todos piensan en pedir bienes de lujo por haber
conseguido una medalla, de hecho, algunos deciden no pedir nada. Este es el
caso de una atleta keniana de tan solo 22 años, protagonista de la historia, un
tanto distinta, que VA les trae el día de hoy.
Faith Kipyegon no hizo ningún pedido por obtener una
medalla de oro en los 1500 metros planos en los últimos Juegos Olímpicos; sin
embargo, fue su padre quien le hizo un pedido al presidente de su país, Uhuru
Kenyatta, para que le brinde
electricidad y no vuelva a perderse la oportunidad de ver a su hija correr y
ganar medallas para Kenia. Ella y su familia son oriundos de Ndaibit, un pueblo
que si bien nunca ha conocido los beneficios de la electricidad, nunca perdió la faith y gracias a esta
joven, empezaron a tener acceso a este servicio básico tan solo nueve días
después de su triunfo.
Además, la
gente empezó a poner se su parte y Samsung le entregó a esta familia un
televisor pantalla plana mientras
SuperSport le brindó el decodificador. Tras estas novedades su
padre afirmó: “Solo puedo agradecerle a Dios que me haya regalado una hija tan
maravillosa que ha transformado nuestro pueblo y pido que le dé fuerza y
salud para que siga ganando más medallas para Kenia”.
El contraste de los incentivos no es solo
cuestión de caprichos, sino que en ciertos casos puede llegar a reflejar la
calidad de vida que hay en diversos países, el desarrollo con el que cada
nación cuenta y la realidad con la que tienen que lidiar muchos deportistas.
Asimismo, si bien es cierto que el deporte es bueno para salud, mejora las
condiciones físicas y te mantiene en buen estado; ¿quién diría que el deporte
también podría mejorar las condiciones de una aldea de la forma en la que lo
hizo Faith Kipyegon? Realmente sorprendente, merece ser compartido.
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