domingo, 30 de agosto de 2015

Un presidente sin palabra: ¿para cuándo las promesas?

Escribe: Adrián Torrejón
Promoción del cosito en el 2010
A menos de un año de terminar su gobierno, nuestro presidente ha dejado varios cabos sueltos, promesas que un día cautivaron a muchos pero que hasta hoy no se han cumplido. Frases como "El precio del balón de gas no lo maneja el Gobierno" dejan en desconcierto a mucha gente que paga entre 30 y 40 soles por cada balón, cuando la promesa inicial del presidente fue de reducirlo a 12 soles. Esta no es la única propuesta que dio el mandatario, y millones de peruanos que votaron por él siguen esperando que sean cumplidas. 

· Seguridad Ciudadana

Los compromisos sin cumplir del señor Humala de Heredia van más allá del precio de un balón de gas. En su discurso presidencial de hace cuatro años, cuando tomo el cargo, mencionó que él soñaba con un Perú sin riesgo y seguro para los ciudadanos. Pues imagino que no es el único que sueña con ese Perú hasta el día de hoy. Incluso, en junio del 2011, juró: "Será prioridad de mi gobierno luchar eficazmente contra la inseguridad ciudadana". Hasta fin del año pasado el Perú tenía la tasa de delincuencia más alta en toda Latinoamérica. ¿Cómo sentirse seguro con eso?

Al menos es honesto (?)
No se puede negar que el gobierno ha intentado cumplir con lo prometido, invirtiendo más de medio millón de soles durante este periodo respecto a seguridad ciudadana, cifra muy superior a las de gobiernos anteriores. Sin embargo, esto solo demuestra la ineficiencia del gobierno para sus planes de mejora, pues hasta ahora no se nota ningún resultado positivo. Subir el sueldo policial, y la compra de cinco helicópteros franceses para la PNP no ha funcionado como los ciudadanos esperaríamos y personalmente dudo que las GoPro en los cascos de los policías motorizados (uno de los últimos proyectos del gobierno) sean la mejor manera de hacer frente a la delincuencia que se vive en el Perú.


Salud y educación

En cuanto el bienestar de los peruanos, Ollanta Humala Tasso hizo muchas promesas para sus votantes que aún se siguen esperando. Basta ver las muertes de niños en Puno para darse cuenta del poco cuidado del estado en temas tan importantes como la salud de toda una región. En su hoja de ruta de la campaña electoral, se prometió la “desnutrición cero” para los niños, con desayunos y almuerzos en los colegios públicos. Sin embargo, aproximadamente el 17 por ciento de niños menores de 5 años en el Perú sufren de desnutrición infantil. Siguiendo con este segmento de la población, según la hoja 3 de la hoja de ruta, el aún candidato Humala ofreció una “revolución educativa”; la cual, según el vicepresidente del Consejo Nacional de Educación, aún no se da, pues el Perú está mal en evaluaciones de calidad a nivel nacional e internacional. Es decir, los niños no cumplen con los estándares que el Perú busca y no son competitivos a nivel internacional. Sin embargo, cierta luz de esperanza se puede percibir, los incentivos a profesores parecen haber impactado de manera positiva en el rendimiento escolar.

Es claro que el gobierno no ha podido combatir de forma efectiva los problemas de los más pequeños. Los programas sociales -analizados por Santiago Paz en el post del domingo 21- lanzados masivamente por el estado no parecen ser la solución. Ni siquiera el continuo aumento del gasto de gobierno sobre los sectores salud y educación han dado los resultados esperados y mucho menos en sectores alejados de la capital, lo cual refleja la desigualdad que aún existe en el Perú y que el presidente tanto aclamó erradicar.


Economía

Ya es conocido que el crecimiento de la economía peruana se ha desacelerado en los últimos periodos. Pasó de 8.5% en el 2010 a 2.4% en el 2014 y hasta ahora parece no retomar el rumbo. Claro, no toda la culpa la tiene el gobierno. Son muchos los factores externos que han impactado sobre el Perú negativamente en los últimos años. La crisis del 2008, el fenómeno del niño y la desaceleración de la economía China, entre otros. Sin embargo, no podemos dejar de lado el mal manejo político-económico que ha sufrido nuestra nación de parte de un gobierno con suficientes gabinetes para tres o cuatros periodos (por favor que sea solo uno). 

Al inicio de campaña, el presidente puso énfasis en la mano dura en contra de la corrupción. Muchas personas, por su pasado militar, tuvieron confianza, le pusieron la fe para que termine con tal problema que nos aqueja desde que la política existe. Cuatro años más tarde, Belaunde Lossio, socio fundamental en la campaña electoral, está encarcelado por lavado de dinero, mientras que su guardaespaldas-esposa, Nadine Heredia, está siendo investigada por la misma razón. Esta inestabilidad política, sumada al lento crecimiento económico, ocasiona la baja confianza del sector privado interno y a su vez, una recuperación más lenta de la inversión de dicho sector. Esto podría explicar la baja influencia de los paquetes reactivadores lanzados y del crecimiento por debajo de lo esperado.

¿Qué promesa sí cumplió Ollanta Humala? Tal vez la de ser cosito (?) #ParaCuandoElGas


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1 comentario:

  1. Concuerdo con casi todo, excepto con el tema educación (y quizá económico también. Desde hace ya mucho los economistas advertían que la minería, principal proveedor de recursos del Estado, iba a dejar de ser tan productiva con el paso de los años). Algo que ha conseguido el gobierno de Ollanta es poner al tema educativo en la agenda pública y es obvio que los cambios en este tema son a largo plazo. No bastan con 5 años, sino continuar y fortalecer el presente modelo. Las becas son un buen ejemplo de la preocupación del Estado en este aspecto. Quizá faltó anotar la falta de atención a los problemas sociales. Se esperó ( no sólo en su gobierno, es cierto) a que hayan muertos para recién actuar. Para acabar, ¿como evitar que eso vuelva a suceder?

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