Escribe: Mario Rivera
Sorpresa, ilusión y escepticismo. Sentimientos encontrados emergieron en las coloniales calles cubanas y en el mundo entero. ¡Cuba y EEUU conversaron! Algo al parecer tan simple y a la vez tan complejo, que no sucedía desde hace más de medio siglo. ¿Fin del embargo comercial? ¿El inicio de una era de modernización? Preguntas aun sin respuesta clara, pero cuya simple formulación llena de emoción y júbilo a las antiguas y desgastadas paredes de la isla.
Por un(a) Cuba Libre (?) |
Fue en 1959 y aun está fresco en la mente. La revolución llevó a Fidel al poder y la duda se apoderó de países como EE.UU. No obstante, las relaciones no se rompieron de inmediato, incluso existió un viaje de Fidel Castro a EE.UU. donde conversó con el vicepresidente Richard Nixon. Este fue poco fructífero y el resto de la historia es conocida, acusaciones de ambos bandos, intento de invasión en Bahía Cochinos, estatización de empresas en Cuba, acercamiento a la Unión Soviética, bloqueos comerciales y finalmente la ruptura de relaciones diplomáticas en enero de 1961. Esto marcaría la política exterior de ambos países durante las siguientes cinco décadas.
¿Qué ha sucedido ahora? Tras 53 años el presidente Barack Obama (EE.UU.) y Raúl Castro (Cuba), han anunciado la promesa de retomar las relaciones diplomáticas. Es natural que lo primero que hagamos sea preguntarnos por las razones de este cambio tan radical.
· Por un lado, EE.UU. cuenta con un enorme potencial económico en Cuba. Asimismo, tras más de 50 años de política exterior hostil hacia Cuba, el presidente Obama declaró que “es absurdo esperar conseguir resultados distintos (una Cuba democrática y libre) con la misma política”. Asimismo, la fuerte influencia de Rusia en el continente habría sido un factor clave en la decisión. Finalmente, Alan Gross, contratista estadounidense, sería liberado.
· Por su parte, Cuba enfrenta un evidente atraso económico. Además, la cada vez más débil situación venezolana, hace tambalear el subsidio que recibía Cuba a través del petróleo, por lo que nuevas fuentes son necesarias para sostener la economía. Asimismo, tres espías cubanos serían liberados.
Raúl Castro (Cuba) y Barack Obama (EE.UU.) en sus respectivos discursos |
¿Qué se ha acordado? Es verdad que la medida más drástica, el embargo comercial, no se detendrá. Esta medida fue aprobada por el Congreso norteamericano en 1961 y es solo este quien puede disolverla. Sin embargo, esto no deja sin campo de acción al mandatario norteamericano. Existen excepciones como la Reforma de Sanciones al Comercio y la Ley de Fortalecimiento de las Exportaciones del año 2000, mediante las cuales en razones humanitarias se puede exportar alimentos, medicinas y llevar a cabo transacciones financieras. Es esto lo que Obama ampliará, dándole así un respiro a la economía cubana.
Entre las principales ventajas, se ampliará permisos comerciales, sobre todo en productos agrícolas y materiales de construcción. Asimismo, se facilitará el traslado de remesas hacia Cuba (se pasará de un límite de US$ 500 por trimestre, a US$ 2000 por trimestre). También se permitirá una mayor importación de tabaco y alcohol por parte de los Estados Unidos. Por otro lado, se simplificará el uso de tarjetas de crédito y débito para las transacciones de viajeros en Cuba. Finalmente, se facilitará el acceso a comunicaciones en Cuba, se reducirá las sanciones a países que comercien con Cuba, entre otros.
Explorando las condiciones (?) |
Sí, se comerciará más, pero no por eso debemos irnos de fiesta. Tras cinco décadas de hostilidades, existen elementos que naturalmente dificultarán las negociaciones. Tres son los pilares, y ya hemos hablado de uno de ellos: el embargo. Existen posiciones muy drásticas en el congreso norteamericano, y con la mayoría de escaños ocupados por republicanos, no se puede pensar en una pronta derogación de la ley. El segundo es los derechos humanos. Existen temas pendientes como el acceso de la población a internet, el derecho a la disidencia (el número de presos por razones políticas en Cuba es desconocido) y mayores libertades económicas. El tercero y último es el terrorismo. Cuba integra desde 1982 la lista de países que patrocinan al terrorismo; según un informe de la Casa Blanca, la isla daba refugio a miembros del grupo vasco ETA y a guerrilleros de las FARC. La reconsideración en este campo ha sido inmediata y dentro de seis meses el nuevo informe solicitado por el presidente confirmará la posibilidad de Cuba de salir de esta lista.
Las negociaciones formales iniciarán en enero. Por lo pronto, tenemos a ambos países buscando un lugar para sus respectivas embajadas. ¿Quién ganó? Esto no es un juego de suma cero señores, los beneficios han sido mutuos, pero por el momento es simplemente un acuerdo de palabra y algunas acciones menores. Guarden el habano para otra fiesta, pero no borren esa sonrisa de sus rostros, Cuba y EEUU conversaron y van por más.
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