lunes, 7 de abril de 2014

Auge y caída: la lentitud y los cuellos de botella del sector público opacan el crecimiento económico

Escribe: Diego Calderón


El presente artículo no busca ser pesimista, sino que por el contrario, trata de mostrarle a usted, querido lector, que la bonanza económica de la cual ha venido gozando nuestro país, ha entrado en decadencia. Y además, que es necesario subsanar aquellos puntos débiles, para mantener el crecimiento sostenido.


En los últimos 10 años, según cifras del Banco Central de Reserva (BCRP), el Perú creció 7% en promedio anualmente , y la inflación en el 2013 fue de 2,96% -dentro del rango meta-. Además, en agosto del año pasado la agencia internacional de calificación de riesgo Standard and Poor's ubicó al Perú en BBB+;es decir, la clasificó como estable, y ahora se encuentra evaluando el ingreso a una nueva nota más alta. 

La pobreza en el año 1990 era aproximadamente 60%, mientras que en la actualidad el Banco Mundial pronostica que para el 2016 esta será de 20%. Sin duda, toda esta etapa “preciada” de recuperación económica y luego de pujante crecimiento ha tenido entre sus principales motores al alto precio de los commodities, pues sin ello nada habría sido posible. En el caso peruano, por ejemplo, la minería representó en el período 1998-2009 el 32,4% del total de la recaudación nacional de impuesto a la renta (SNMPE).

En contraste con los aspectos positivos, China ha desacelerado su crecimiento, el precio del oro ha descendido de 1,800 dólares la onza en el año 2009 a 1,300 dólares en la actualidad. Las exportaciones se han visto afectadas, y el Fondo Monetario Internacional prevé que el gigante asiático crecerá 7,3% en el 2015, cifra levemente inferior al 7,7% logrado en el 2013.

Al igual que con el decrecimiento chino y la baja de los precios de los commodities, también existe un elemento con el que será complicado lidiar: el Fenómeno del Niño. Pues, si bien se puede trabajar en la prevención de los impactos, es imposible detener a la naturaleza. El Centro de Comercio Exterior (CCE) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) ha afirmado que las exportaciones agrícolas se reducirían hasta en 4% y en casi 10% los envíos pesqueros este año, debido a las consecuencias de este fenómeno climático.

No obstante, pese a todo lo expuesto, hay indicadores en los cuales estamos rezagados, pero en los que sí tenemos las facultades para mejorarlos. Por ello, analizaremos brevemente uno de los reportes más importantes del Banco Mundial que año a año se realiza en Davos, Suiza: el reporte “Easy of Doing Business”. Este mide la facilidad para hacer negocios en 168 países del globo, a través de 10 indicadores; en su última edición, el Perú cayó 3 puestos (pasó del 39 al 42).

Es costumbre que a diario se aprecie en los periódicos diversas columnas de opinión en contra de las trabas burocráticas e impedimentos para la formalización. De hecho, cerca del 50% de nuestra economía es informal, pero ¿se ha avanzado en subsanar estas barreras? Veamoslo.

Según el ranking del 2014, el Perú destaca en tres indicadores: Protección de los inversores (puesto 16 de 168), registro de propiedades (puesto 22 de 168) y obtención de crédito (puesto 28 de 168). En efecto, el reporte muestra a un país que atrae la inversión, y que además la fomenta. Según el Doing Business, registrar una firma o negocio en el Perú tarda en promedio 25 días, número bastante bueno si lo comparamos con Bolivia, donde se necesitan de 50 días, o quizás, México (48 días).

Sin embargo, usted, querido lector, estará cuestionándose que en nuestro país las trabas burocráticas son terribles y, probablemente, la información que yo le esté brindando contradiga su percepción. Pues permítame decirle que tiene toda la razón (en lo primero), pues la lentitud de nuestro pobre sistema gubernamental se ve reflejada en las dificultades para construir el negocio. Y es allí donde radica la lentitud.

Según el ranking del Easy of Doing Business, en cuanto al manejo de los permisos de construcción, el Perú se ubica en el puesto 117 de 168 países. Es decir, para obtener luz verde en la construcción de un negocio, en promedio es necesario 173 días, o sea, casi 6 meses. Mientras que en Colombia, obtener todo los requerimientos para abrir el local tarda 54 días, ni 2 meses; en México es un poco más de 2 meses. Lo lamentable de este hecho es que en el año pasado Perú fue rankeado en el puesto 97, es decir, hemos retrocedido 20 puestos, en un contexto donde hace falta la inversión privada, pues esta ha retrocedido de un crecimiento de 13,5% en 2012 a 4,3% en el 2013.

En toda la etapa de auge, la preocupación ha sido crecer económicamente y aprovechar el precio del oro; sin embargo, el desarrollo institucional nunca fue visto con ojos de preocupación. Si nuestras instituciones gubernamentales siguen estancadas, se terminará de formar este cuello de botella que recién ha comenzado a dar señales de un serio problema a futuro. La lentitud de los procesos, no solo para el sector privado, sino también para el público, será la barrera más grande a afrontar.

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