martes, 8 de septiembre de 2015

Una chance para la educación secundaria rural: Los CRFA

Escribe: Tomás Reto

En los últimos meses visité zonas impresionantes del Perú rural, y me enteré de la existencia de los Centros Rurales de Formación en Alternancia (CRFA) de Educación Secundaria. Estos CRFA, desde mi punto de vista, representan una gran oportunidad para que los chicos en edad de acceder a una educación secundaria puedan formar parte de ella. Según el MINEDU, aproximadamente uno de cada cuatro jóvenes, entre 12 y 16 años, no cuenta con una educación secundaria, por lo que una estrategia innovadora podría incrementar el acceso a la educación secundaria y reducir el círculo de la pobreza.

Sin embargo, existen retos y dificultades que deberían ser consideradas por el siguiente gobierno si se quiere salir del círculo de la pobreza en las zonas rurales. Si quieren conocer más de los (para muchos de nosotros) innovadores y muy interesantes CRFA, los invito a leer este artículo en Voz Actual. ¡Se los recomiendo mucho!


Chicas de educación secundaria en la sierra


No es difícil de entender la posición de muchos padres de familia en las zonas rurales; sus hijos e hijas, al acabar la primaria, pueden tranquilamente ser una gran ayuda en el trabajo rural o en la casa. Enviarlos al colegio a culminar la secundaria, ahora que ya saben lo básico de las matemáticas y del lenguaje, implicaría un esfuerzo económico adicional. Además, si de lunes a viernes los chicos “pierden” toda la mañana en clase (o más si la familia vive relativamente lejos del colegio), solo le quedarían unas pocas horas hábiles en el día para trabajar en el campo. Al final, el costo monetario de enviar al hijo al colegio (cuando además en la zona no hay mucho espacio para egresados de la educación secundaria) y la pérdida de mano de obra lo suficientemente calificada para el trabajo de campo, termina ocasionando que los chicos no vayan a la secundaria. ¿Tiene sentido, no?


Los CRFA son instituciones educativas públicas ubicadas en zonas rurales donde se asientan poblaciones de diverso tamaño cuya actividad económica depende mayoritariamente de la actividad agropecuaria o forestal y de la pequeña producción de bienes o servicios. En estos CRFA las clases se alternan cada 15 días: la mitad del mes los chicos viven en los CRFA y la segunda mitad del mes están en sus hogares. Esta solución, desde el punto de vista económico, reduce considerablemente los incentivos de los padres a no enviar a sus hijos a la educación secundaria. Por un lado, si el colegio de secundaria más próximo se encuentra lejos de los hogares, se evita el costo del viaje e incluso hospedaje (en caso las distancias no permitan que los chicos puedan caminar). Por otro lado, ahora tienen 15 días completos para apoyar en el trabajo rural, no solo los cuatro fines de semana de un mes típico y las pocas horas de trabajo que tendrían cada día bajo un esquema educativo regular.

!Nunca se olviden esto!

Como menciona la norma técnica del MINEDU, que guía las horas lectivas en el país, “En los Centros Rurales de Formación en Alternancia (CRFA) de Educación Secundaria, el Plan de Estudios se desarrolla en 60 horas pedagógicas semanales que incluyen 54 horas obligatorias y 6 horas de libre disponibilidad”. El monitor (que es más que un profesor) no solo imparte las clases comunes para un joven en educación secundaria, sino que también imparte lecciones de trabajo productivo para los estudiantes.

De esta manera, los alumnos no solo aprenderían de matemáticas, lenguaje, historia, geografía, economía, entre otros, sino que también durante sus clases desarrollarían habilidades técnicas productivas específicas a su realidad, que podrían aumentar la productividad del trabajo de sus padres y les facilitaría el desarrollo de oportunidades de negocio. Cabe resaltar que los currículos, que en teoría están elaborados de acuerdo a las condiciones de vida de la zona, son diseñados y aprobados por los maestros, padres de familia, profesionales de la zona, entre otros, que conforman las Asociaciones de los CRFA, quienes gestionan, justamente, los CRFA.

En nuestro país, la experiencia de estos colegios se inició en el 2002 con tres CRFA (uno en Piura y otro en Cusco). Año tras año, la idea se ha ido consolidando, lo que ha permitido que exista a la fecha 63 CRFA, cuyo soporte técnico está a cargo de tres instituciones: ProRural (41), Ministerio de Educación (17) y Aldeas Qullana (5) en catorce regiones del país (datos extraídos del artículo de Peru21 del siguiente link http://peru21.pe/economia/educacion-secundaria-rural-alternancia-2221234). Los resultados parecen prometedores; según ProRural, el 49% de los que acaban el CRFA siguen estudios superiores, y la mitad de estos continúan, luego, con una carrera técnica.

CRFA en el Perú

No obstante, los CRFA presentan un desafío en su gestión. Durante mis visitas, pude observar CRFA que no cuentan con camas suficientes para atender a los chicos que viven ahí. Además, hay CRFA que no cuentan con el dinero suficiente para poder alimentarlos bien, a pesar de los esfuerzos de los padres (lo siento por no poder contar con nombre propio las experiencias, no se puede, pero no les estoy vendiendo humo). Los encargados de facilitar la implementación de los CRFA según la ley que los crea son los gobiernos regionales (aunque el MINEDU se encarga de pagar a los profesores). El reto está en encontrar quién es el mejor encargado de gestionar los CRFA, y dotarlo de recursos económicos y técnicos para dirigirlos. No sería inteligente dejar que una buena idea como esta tenga dificultades y fracase en su aplicación práctica al no contar con el apoyo operativo que toda buena idea necesita para convertirse en un éxito.

Para cerrar, les copio una declaración de un padre de familia de un CRFA en Vinchos, Ayacucho, que extraje de una noticia en La República (http://larepublica.pe/impresa/sociedad/699762-estudiar-4250-msnm-entre-la-nevada-y-el-olvido).

“Debemos vivir de la caridad”, confiesa el profesor Edgar Loayza Guzmán (37), quien señala que el municipio de Vinchos es el encargado de entregar productos como arroz o aceite; no obstante, esto nunca alcanza. “Preocupan también los casos de desnutrición y anemia que se han reportado entre los estudiantes”, añade, mientras se llena de impotencia al recordar que los dos únicos silos que hay en el colegio ya colapsaron.

¿Qué les pareció la idea de los CRFA? ¿Creen que hay otras oportunidades para mejorar la idea o su implementación? ¿Alguna crítica a lo que escribí? Cualquier comentario será bien recibido.

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Les dejo un bonito documental del MINEDU acerca de los CRFA.





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