lunes, 11 de julio de 2016

Carta pública a Vitocho: la Economía no es solo números

Escribe: Tomás Reto

“Los tres personajes más importantes del futuro gobierno son economistas. Presidente, Presidente del Consejo de Ministros y Economía. ¿Quién se ocupará de lo social?” Con esta frase, nuestro querido congresista vitalicio Vitocho, no muy tácitamente, dijo que los economistas no somos capaces de ver lo social en un país. Esta es una carta de respuesta de un economista miembro de Voz Actual a nuestro eterno amigo congresista.



No pues, Vitocho...
No es tan fácil, compañero Vitocho
Vitocho, nada más falso. La economía, por concepción, es una ciencia social. Somos formados para administrar eficientemente los recursos en un mundo con escasez, lo cual se puede aplicar en diversos conceptos de la vida: administrar los recursos de una empresa, evaluar si se toma una decisión de venta o préstamo, administrar los ingresos tributarios del estado, llevar las cuentas de la casa (¿?), entre otros.

Y, te comento, que evaluar qué alternativa tomar, para un buen economista formado, no solo se reduce a comparar qué es más o menos caro. Evaluar la rentabilidad ECONÓMICA de una alternativa va más allá comparar precios. Implica comparar efectividades. Implica comparar qué alternativa al costo más bajo puede lograr los mismos objetivos dentro de una restricción de recursos, lo cual, como comprenderás, no es un análisis meramente contable sino harto social.

Cuando decides si aplicas un programa de salud u otro, ¿qué debes tomar en cuenta? Un buen economista te diría: ¿cuánto tienes para gastar y cuánto te cuesta cada uno? También te preguntaría cuántos beneficiarios tiene cada programa, así como los costos sociales de cada alternativa. Te explicaría que no es lo mismo llevar médicos a vacunar a los niños a cada casa en zonas de extrema pobreza en zonas altoandinas, o diseñar una política en la que cada madre deba llevar a su hijo al centro médico más cercano, a quizá varios kilómetros de distancia. 

Como diría PPK: ¡NO, NO, NO, NO!
Además, te recuerdo que el ministro más popular del saliente gobierno, Jaime Saavedra del MINEDU, no es un docente, sino un doctor en Economía con conocimientos del Sector Educación. Obviamente, es clave que en su Gabinete de Asesores cuente con destacados docentes que conozcan la problemática del Sector y que el mismo ministro lo conozca extensamente, pero el trabajo de gerencia que implica un ministerio debe ser asumido por alguien que combine manejo del Sector y experiencia en la toma de decisiones, labor que puede ser asumida por un docente, un administrador, un economista, un abogado, un ingeniero industrial, entre otros profesionales.

Así, no se trata, querido Vitocho, que el economista no pueda ver lo social, ni que tampoco somos los mejores para los altos puestos de gobierno. Pero, minimizarnos a la toma de decisiones de recursos sin capacidad de ver más allá de lo evidente constituye una reducción de nuestra carrera que, ciertamente, no me parece justa. ¿Para ti, qué profesión ve “lo social”?

Los ministros tienen la obligación de ser gerentes en su sector, y así como no puedes ser gerente de un tema que no dominas, tampoco puedes ser gerente de un ministerio si no has tenido experiencia en toma de decisiones. Porque, quizá, algunos de los errores de nuestra historia no se repetirían si las decisiones se tomarán más gerencialmente que políticamente.

Pero es cierto, como todos, también nos equivocamos


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2 comentarios:

  1. Entendí que los economistas están preocupados por lo social, y no solamente por lo económico. Pero no me quedó claro el argumento detrás de esta afirmación.

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    1. Hola Luan:

      Gracias por seguir a Voz Actual. Nosotros los economistas estamos formados para dar un análisis económico, y un análisis económico, como traté de precisar, no solo se puede dar a nivel de grandes empresas, financieras, decisiones de préstamo u otros, sino también en decisiones de gobierno. Decir que somos incapaces de ver lo social es pues una minimización de nuestro enfoque al ámbito privado, lo cual no es exacto ni mucho menos justo.

      ¡Espero haber ayudado!

      Tomás

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