lunes, 18 de julio de 2016

Más peligrosos en la soledad: el terrorismo de los lobos solitarios

Escribe: Rick Prieto

Los atentados de París en noviembre del 2015 y de Bruselas en marzo del 2016 requirieron el trabajo de un amplio equipo del Estado Islámico (ISIS), meses de planificación, una precisa coordinación y una compleja logística. En el primero, tres grupos con un total de nueve atacantes lanzaron seis ataques de manera coordinada en distintas partes de Paris; en el segundo, tres bombas fueron detonadas simultáneamente en el Aeropuerto de Bruselas y la estación de tren de Maalbeek. 

A diferencia de ellos, los atentados llevados a cabo por Omar Mateen en Florida y por Mohamed Lahouaiej Bouhlel en Niza fueron realizados por "lobos solitarios": individuos que cometen atentados terroristas en solitario, fuera de cualquier estructura de comando, aunque sí pueden simpatizar o estar influenciados ideológicamente por algún grupo extremista. A pesar de no tener mayor planificación ni logística, sus ataques pueden ser igual de sanguinarios y destructivos. Armado con un rifle semiautomático, adquirido legalmente dos semanas antes del ataque, Mateen asesinó a 49 personas e hirió a más de 50 en la discoteca Pulse. Utilizando un camión de carga de 19 toneladas, alquilado tres días previos al atentado, Lahouaiej Bouhlel atropelló a una multitud durante las celebraciones del Día de la Bastilla en Niza, con un saldo de 84 fallecidos y más de 200 heridos. 

Logo alternativo de ISIS
Los lobos solitarios representan un modo de terrorismo diferente al experimentado en décadas anteriores. El surgimiento de internet y las redes sociales cambió las reglas de juego. Creó oportunidades para que los lobos solitarios se radicalicen y aprendan sobre tácticas terroristas por su propia cuenta, sin tener que ser contactados por grupos extremistas, leyendo páginas web, twits y blogs ideologizados. En particular, ISIS le debe gran parte de su éxito en la radicalización de seguidores a su fuerte presencia en las redes sociales. En promedio, la máquina de propaganda de la organización lanza 38 nuevos publicaciones al día, como videos de veinte minutos, documentales, ensayos fotográficos, audios y folletos en idiomas desde ruso hasta bengalí. Aunque los seguidores no entren en contacto directamente con la organización ni estén bajo su control operacional, igual pueden adoptar su ideología y sus tácticas.

Los atentados de lobos solitarios pueden llegar a ser tan peligrosos como aquellos planeados por una organización terrorista. En primer lugar, al trabajar solos, aislados de cualquier tipo de coordinación, es mucho más difícil identificarlos como amenazas. Con un sistema eficiente de inteligencia, es posible, aunque cada vez más difícil debido a la encriptación de las comunicaciones, tener bajo supervisión a miembros de organizaciones terroristas, interceptar sus coordinaciones y desactivar planes antes de que sean llevados a cabo. En cambio, es mucho más complicado, en ocasiones imposible, identificar quién representa una amenaza como lobo solitario si no es parte de una red más grande, por lo que los atentados se vuelven imprevisibles. 

En 2014, Zale Thompson atacó a dos polícias
de Nueva York armado solo con un hacha.
En segundo lugar, al actuar por su cuenta, fuera de cualquier cadena de comando y libres de procesos de toma de decisiones grupales, los lobos solitarios tienen total libertad para ejecutar rápidamente cualquier plan que se les ocurra, lo que agrega un factor rapidez y sorpresa que dificulta la previsión de cualquier ataque. Así, no debería sorprender la brutal simplicidad de los ataques, sean con un rifle semiautomático, como Mateen, con un camión, como Lahouaiej Bouhlel, o incluso con un hacha. 


Para ISIS, los atentados por lobos solitarios son publicidad gratis, sin incurrir en ningún riesgo ni gasto, incluso si el ataque no presenta ningún nexo concreto con la organización. Mientras que Mateen juró lealtad a ISIS, declarándose como un soldado islámico en una llamada al 911 durante la masacre en Pulse, Lahouaiej Bouhlel no manifestó ninguna simpatía por el grupo terrorista y las autoridades francesas no han encontrado ningún nexo. Incluso, su primo afirmó que ni si quiera era musulmán, pues bebía, comía chancho, utilizaba drogas y no iba a la mezquita ni rezaba. Ello no evitó que ISIS se declarara como responsable de la masacre en Niza, anunciando a Lahouaiej Bouhlel como un soldado islámico, y exhortara a sus seguidores a replicar este tipo de ataques. 

Con un arma, un cuchillo, un carro o incluso con
 tu voz (?), cualquier forma de ataque es válida
En momentos donde el Estado Islámico está sufriendo pérdidas importantes de territorio en Siria, Irak y Libia, ante el ataque más frontal de las fuerzas occidentales, su estrategia estaría inclinándose hacia expandir su alcance global. Con menos territorios y recursos, así como un esquema de supervisión más estricto, ISIS encuentra más complicado reclutar soldados occidentales, entrenarlos localmente y mandarlos de vuelta a sus países para que ejecuten planes terroristas. En cambio, les resulta más económico y efectivo hacer un llamado a sus simpatizantes para que ejecuten atentados por su cuenta. 

Tras los ataques en París y Bélgica, expertos en seguridad identificaron las fallas en supervisión y cooperación en el sistema de inteligencia que impidieron controlar ataques. Por ejemplo, los terroristas suicidas de Paris eran conocidos por el sistema de inteligencia de Francia, aunque en ese momento no estaban dentro de la red de supervisión, mientras que los terroristas belgas que detonaron bombas en Bruselas habían sido incluidos dentro de la lista de vigilancia terrorista de Turquía y EE.UU. pero no de Bélgica. Definitivamente es necesario y fundamental solucionar estos problemas para evitar ataques coordinados a gran escala. Sin embargo, ello no evitará que continúe la creciente tendencia de ataques independientes y aislados. El lobo solitario continúa hasta el final, pero nunca muere.


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