jueves, 16 de junio de 2016

Acéptalo empleado, el robot fue más (?): ¿hasta qué punto los robots nos desplazarán?

Escribe: Juan Carlos Salinas

Crisis laboral en la tercera revolución industrial: ¿los robots nos desplazan? La intuición económica básica nos hace indicar que los avances tecnológicos permiten elevar el bienestar de la sociedad. La calidad y esperanza de vida aumentaron, los procesos productivos se han sistematizado,  y la producción a escalas masivas es cada vez más común. No obstante, ¿hasta qué punto este desarrollo generará beneficios para la sociedad? ¿Los robots nos reemplazarán en las labores cotidianas? ¿Se destruirá por completo el empleo? ¿Fue legítimo el gol de Ruidiaz?



Si repasamos un poco de historia, podemos recordar que la primera revolución industrial generó estragos en el mercado laboral inglés. Así, el desarrollo y posterior utilización de máquinas a vapor desplazó al uso de la mano de obra en ciertas industrias. No obstante, esta fuerza laboral no se perdió: fue redistribuida. No obstante, decir que los robots se incorporarán como avances tecnológicos en procesos productivos involucra algo más que una simple máquina. En estos casos, se puede sustituir procesos más complicados, que efectivamente realizan humanos.

Chaplin y el sindicato (?)

Este es el caso de Foxconn, la mayor fabricante de móviles del mundo y principal proveedora de Apple y Samsung, la cual redujo su planilla de 110mil a 50mil empleados en una de sus 13 fábricas distribuidas en nueve ciudades chinas. Así es, lo que era ciencia ficción, ya no lo es. Es verdad, y está atacando puestos laborales.

Económicamente hablando, mejoras tecnológicas elevan el bienestar de una economía. Schumpeter (1883 - 1950), destacado economista y profesor de la universidad de Harvard, afirmó que existe lo que se denomina como “destrucción creativa”: según la dinámica de la economía, los puestos laborales se van adaptando según las necesidades y los avances tecnológicos. Es por ello que, a lo largo de la historia, han desaparecido empleos y aparecido otros. Por ejemplo, trabajos como el de los serenos (encargados de encender las farolas con la caída de la noche) o los herreros, se han reducido hasta casi su extinción. Por otro lado, en la actualidad existen oficios ligados a las comunicaciones vía internet de empresas como Google o Facebook.


Herreros antiguos
Oficinas de Google
Serenos

En cuanto al caso de Foxconn, ¿qué pasará con estos 50mil trabajadores? La empresa menciona que no los despedirá, sino que dejarán de trabajar en tareas repetitivas y serán formados para hacer tareas más específicas y complejas. En otras palabras, trabajos que generen valor agregado, como investigación y desarrollo o control de los procesos de calidad.

El aporte más grande del ser humano es su capacidad de
razonamiento.

La pregunta que viene es: ¿Cuál es el límite del desarrollo tecnológico? La posible respuesta es que su límite estará sujeto a la imaginación e ingenio de los seres humanos. Entonces, ¿deberíamos imponerle algún límite? ¿Qué ocurrirá cuando los robots tengan la facultad de razonar, y poder realizar labores de valor agregado? ¿Qué ocurrirá con el desempleo, y el bienestar de la economía?

Como respuestas tentativas, podemos apelar al concepto desarrollado por Schumpeter. Es probable que, con la generación de robots pensantes (que se está desarrollando), la actividad económica cambie su dinámica drásticamente. De esta manera, el empleo tal como lo conocemos probablemente cambie gradualmente, por lo que la sostenibilidad a nivel familiar y la generación de ingresos no se vería afectada. No hay que olvidar que una economía requiere tanto de consumidores (familias) y de productores, y que el fin último es el bienestar de la sociedad.

Asi que sí, los robots pensantes podrán peligrar aún más puestos laborales, pero ello no implica que las personas quedarán desempleadas: migrarán a otros puestos que se generarán en el futuro. No será necesario imponer algún límite: el mercado se regulará a su manera, a partir de las fuerzas de la oferta y la demanda.

Miren al pajarito metálico (?)

¿Qué tan lejos estamos de un mundo como el plasmado por William Hanna y Joseph Barbera en Los Supersónicos? Muchas series televisivas predijeron lo que ocurriría en el futuro, ¿será este el caso? En tal caso, probablemente no estaremos vivos para ese momento.


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