Escribe: Gianfranco Smarrelli
El caso cubano
Nicolás Maduro ha anunciado la implementación de un sistema biométrico para controlar la compra de productos de la canasta básica de los venezolanos y de esta manera reducir la escasez que sacude al país. De esta manera, Venezuela se convertiría en el segundo país en tener un sistema de racionamiento alimenticio. ¿Ayudará esto realmente a reducir la escasez?
En la actualidad, en todo América solo hay un país en el que existe un sistema de racionamiento alimenticio: Cuba. Hace más de 50 años existe la "Libreta de Racionamiento" impuesta por Fidel Castro para regular la venta de alimentos a precios subsidiados. Sin embargo, ya se ha anunciado que se irá eliminando gradualmente, en parte debido a que genera grandes costos al estado cubano (25 mil millones de dólares anuales). Asimismo, la actual cuota mensual es muy pobre: apenas consta de cinco huevos, 460 gramos de frijoles, 1.8 kilos de azúcar, 225 ml de aceite, 450 gramos de pollo, 3 kilos de arroz, 115 gramos de café y un paquete de pasta.
Por otra parte, Venezuela, vive actualmente una época de gran escasez y las distintas soluciones que ha intentado el gobierno sólo han empeorado el problema. Pero, ¿por qué en un país tan “rico” como Venezuela existe una escasez de alimentos y medicinas en pleno siglo 21?
Según el presidente Maduro, la causa de la escasez de los alimentos básicos y medicinas en Venezuela se debe al contrabando de estos, pues son comprados de manera inescrupulosa para ser vendidos a países fronterizos como Colombia, donde los productos venezolanos cuestan mucho más que en Venezuela, lo cual le ha costado al país el 40% de su producción.
Para combatir este contrabando, que está dejando al pueblo sin los insumos básicos para su alimentación, a inicios de años Maduro anunció que iba a presentar una "Tarjeta de Abastecimiento Seguro" para contabilizar los comestibles que se compran en la red de distribución estatal; sin embargo, esta fue muy criticada, por lo cual no se llevo a cabo.
A pesar de esto, el gobierno se quedó de brazos cruzados y ahora al presidente se le ocurrió “controlar” lo que cada ciudadano compra en los supermercados y farmacias mediante un sistema de “capta huellas” según expresión del mismo presidente.
Tecnología de punta para un sistema del pasado
Un sistema biométrico captará la huella dactilar de quien vaya a un automercado a abastecerse de lo que pueda encontrar, para que, este comprador, no pueda comprar el mismo producto en otro establecimiento, en cantidades que excedan lo que el mandatario juzgue necesario para cada familia. Según Maduro, “el sistema biométrico será perfecto”. Pues estas compras “compulsivas” , y el contrabando de productos alimenticios, serían las causantes del desabastecimiento que se vive en el país.
De esta manera, los consumidores van a poder comprar sólo una vez por semana los productos de la cesta básica como el aceite, la harina de maiz u otros productos regulados por el gobierno. Con esto, la idea del gobierno es eliminar el rentable negocio de conseguirlos a "precio solidario" y revenderlos en la calle a precios más altos que la gente está dispuesta a pagar para evitarse las filas.
Asimismo, el jefe de la superintendencia de Precios Justos Andrés, Eloy Méndez, advirtió a los dueños de los supermercados que deben activar todas las cajas que tengan en las tiendas. Esta medida fue muy criticada por José Guerra, miembro de la mesa de la unidad democrática: "La locura que faltaba. El gobierno va a establecer las cajas de un supermercado según sus metros cuadrados. De verdad que esto es demencial. Llamemos las cosas por su nombre. No es una tarjeta de abastecimiento. Es una tarjeta de racionamiento. ¿Si hay abastecimiento para qué tarjeta?
Por si fuera poco Nicolás Maduro tomó una medida polémica al aumentar el costo del maíz en un 218% y mantener el precio tope de la "Harina Pan" (la harina para hacer las famosas arepas venezolanas). A raíz de esto empresas polar publicó un su cuenta de twitter lo siguiente: "Luego del aumento del 218% en el costo del maíz decretado por el Gobierno no es posible continuar con la producción de Harina PAN".
Analistas en contra de la medida
Los analistas coinciden en opinar que este sistema no solucionará el problema del desabastecimiento que se vive en Venezuela desde hace mucho tiempo, y que cada vez se hace más crítico, pues no ataca el problema de fondo que se vive en Venezuela. Una medida que sin duda acerca cada vez más al país al sistema de racionamiento cubano. Lo que Maduro define “una bendición para el país”, no es más que “una libreta de racionamiento al estilo de Cuba”, señala la oposición.
Roberto León, presidente de la Asociación de Usuarios y Consumidores, tampoco cree en la medida tomada por el gobierno: “limitando la compra no se resuelve el problema de fondo, que tiene que ver con la producción y los mecanismos de importación para cubrir la demanda, que supera a la oferta”.
El contrabando no es la raíz del problema de la escasez en Venezuela, sino la consecuencia de un sistema que pone muchas trabas a la producción y a la venta en el mercado local. La solución ideal posiblemente sería buscar aumentar la oferta, producir más y así poder abastecer la demanda que hay en el país llanero.
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