Escribe: Fernando Mundaca
La Amazonía peruana presenta en la actualidad diferentes amenazas que los policymakers ignoran. Estas amenazas de no ser atendidas urgentemente podrían provocar catástrofes ambientales ya experimentadas en el pasado. En este artículo me enfocaré en dos casos de degradación del ecosistema bosque en las regiones de Loreto y Madre de Dios, donde la extracción de madera y de castaña respectivamente se ve perjudicada por el accionar humano.
La Amazonía peruana presenta en la actualidad diferentes amenazas que los policymakers ignoran. Estas amenazas de no ser atendidas urgentemente podrían provocar catástrofes ambientales ya experimentadas en el pasado. En este artículo me enfocaré en dos casos de degradación del ecosistema bosque en las regiones de Loreto y Madre de Dios, donde la extracción de madera y de castaña respectivamente se ve perjudicada por el accionar humano.
La degradación del bosque en Loreto
El sector forestal es uno de los sectores
económicos con mayor potencial de desarrollo, pero con baja producción,
generación de valor agregado y exportación. Sin embargo, su impacto podría
observarse no sólo en las cifras macroeconómicas, pues podría ser también, un
gran dinamizador de las economías locales, a través de la generación de
actividades productivas. Loreto es una de las principales zonas madereras de la
Amazonía del Perú; sin embargo cuenta con un mínimo desarrollo y presencia de
inequidad en la distribución de los escasos ingresos que genera: sólo unas
pocas empresas con recursos económicos han podido generar actividades con valor
agregado, pues la mayoría de personas que trabaja en esta actividad está
conformada por pequeños extractores con condiciones de trabajo precarias.
Una amenaza principal vinculada directamente a
la extracción de madera es la degradación forestal (no la deforestación como se
cree comúnmente). Una práctica usual al extraer madera es la
llamada “tala selectiva” la cual consiste en extraer principalmente las
especies con mayor valor comercial del bosque. Este es un fenómeno que viene
ocurriendo como se puede observar en el gráfico a continuación. ¿Qué
implicancias tiene esto? Con el tiempo y como ya viene ocurriendo, las especies
de madera más valiosas pueden desaparecer, lo que significaría una merma
económica significativa en el futuro (más o menos inmediato).
Esta reducción en la participación de las
especies que se han considerado como valiosas podría deberse a un problema
institucional que se está presentando durante los últimos años. Debido a las
exigencias regulatorias que ciernen sobre las concesiones forestales para
extracción de madera y al hecho que la mayoría de extractores son pequeños con
pocos recursos financieros, se ha comenzado a extraer mayores volúmenes por los
permisos de extracción, los cuales tienen menos exigencias regulatorias pues no
requieren un Plan General de Manejo Forestal. Así, tanto el número de permisos
emitidos como el volumen extraído de ellos ha ido aumentando en los últimos
años. Esto estaría incidiendo en la degradación del bosque mencionada
anteriormente, con un escenario en el que cada vez hay menos especies valiosas
disponibles para la extracción.
Esto vendría a ser una generalización de un
caso extremo como el de la caoba, la cual ya no se extrae desde el 2007 debido
a la sobre explotación que sufrió durante el siglo pasado y comienzos de este. Se
afirma que en Loreto se extrajeron 44,218 árboles de caoba en 11 años (entre
los años 1997 y 2007), lo que era el stock para 52 años de exportaciones
peruanas, calculando una capacidad anual de exportación de 2,500 m3 (tasa
óptima de extracción), que al precio actual de US$1,800 por m3, en 52 años
hubiese significado un ingreso de US$ 49,434,032 que se han perdido.
Castaña en peligro en Madre de Dios
La castaña es un producto forestal no maderable
provisto por el ecosistema bosque. El árbol de castaña crece en estado natural
en terrazas no inundables de la selva baja amazónica y si bien tiene presencia
en otros departamentos como Loreto, solo cuenta con poblaciones para
explotación comercial (1 árbol por hectárea) en la región de Madre de Dios.
Estos frutos de la castaña han sido aprovechados comercialmente desde el siglo
XIX y emplea actualmente a entre 20 y 25 mil personas en Madre de Dios.
La producción de castaña se realiza desde el
año 2000 en concesiones otorgadas de manera exclusiva (no se pueden concesionar
derechos forestales en esa misma área. Estas concesiones se encuentran en la
región sur-oriental de Madre de Dios como se observa en el Figura 7.3. Sin
embargo, a través del Plan de Manejo Complementario Anual (PMCA), se permite la
extracción de madera hasta por 5 m3 por hectárea.
Así, la principal amenaza observada por las
comunidades y la industria para la producción de castaña en Madre de Dios es la
extracción de madera. Como se mencionó en el párrafo anterior, es posible
extraer madera de manera complementaria en las concesiones castañeras. Sin
embargo, la regulación que se tiene sobre las concesiones de madera exige la
elaboración de un plan de manejo quinquenal, pero los limitados recursos
financieros de los concesionarios no permiten que se sigan aprovechando las concesiones
maderables. Es por esto que, desde el año 2009, en la región de Madre de Dios
se extrae mayores volúmenes de madera de las concesiones castañeras que de las
concesiones maderables como se observa en el gráfico a continuación.
Sin embargo, el efecto de la extracción de madera
sobre la producción castañera es todavía debatible. Si bien algunos
especialistas como los de la Asociación para la Conservación de la Cuenca
Amazónica (ACCA) afirman que no es viable técnicamente la extracción de madera
en las concesiones de castaña dado que por las diferentes operaciones que
implica, no sería realmente una actividad complementaria a la extracción de
castaña. Por otro lado, existen otros especialistas que afirman que la
viabilidad va a depender de diferentes factores como la intensidad de la
extracción, las especies taladas, entre otros. Asimismo, varios expertos
afirman que un límite superior de extracción de madera (5 m3/ha.) no es
suficiente y sería hasta contraproducente debido a que no se estarían tomando
en cuenta otras variables importantes, como la necesidad que tiene el árbol de
castaña de otros árboles para poder polinizarse
Tenemos que estar todos alerta para que no se
cometan los mismos errores del pasado y proteger de una vez por toda nuestra
selva casi siempre olvidada.
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