Los shipibos de la comunidad de Cantagallo se encuentran en la capital desde el año 2000, llegaron alrededor de 15 familias y hoy son más de 200. Tienen la primera Escuela Intercultural Bilingüe en el país, el Festival "Shipibo Soy" desde el 2011, son parte del Megaproyecto Vía Parque Rímac y con el cambio de gestión tienen también una de las más grandes incógnitas como comunidad... ¿Serán finalmente reubicados?
Foto de la página de Facebook: "Comunidad shipiba de Lima - Cantagallo" |
El pueblo Shipibo-conibo es
originario de la Región del Alto Ucayali, como otros pueblos amazónicos, los shipibos
se organizan en torno a lazos de parentesco; esto incluye organización social y
económica, en donde esta última ha estado orientada a poder lograr el autoabastecimiento
de los pobladores con las limitaciones que hayan podido tener el espacio y los
recursos naturales. Por otro lado, en la cultura shipiba existe un fuerte apego
por lo cosmogónico: por los mitos, las leyendas, los cuentos y los cantos. A través
de los mismos, han intentado entender y comprender el mundo en el que viven.
En cuanto a la migración, los
shipibos no solo son un pueblo que también migró a la capital y a otras
regiones del país, sino que son pioneros en las migraciones amazónicas a la
capital. En el año 2000, llegan alrededor de 15 familias shipibas a Lima y se
establecen al lado del Río Rímac, es inevitable que surja la siguiente pregunta:
¿Por qué escoger vivir al lado de un río que no se encontraba, evidentemente, en
las mejores condiciones? Por un valor espiritual que le otorgaron los shipibos
al río, que les permitía emular la cercanía al Río Ucayali que habían tenido
toda su vida.
Con la llegada de este grupo de
familias shipibas se empieza a establecer la comunidad shipiba de Cantagallo,
que actualmente es conocida por ser el espacio indígena amazónico más conocido
en la capital. Sobre todo, porque los shipibos migrantes optaron por
establecerse todos juntos como una colectividad, siguiendo su lógica cultural;
a diferencia de otros migrantes, que se fueron dispersando en la ciudad. La inserción
en la sociedad no fue fácil para la comunidad en muchos aspectos, una de las
dificultades más relevantes fue la lengua y la dificultad que tenían para
comunicarse y poder adaptarse.
Los shipibos lograron organizarse
en la comunidad y como resultado de ello existen tres asociaciones: la Asociación
de Viviendas de Shipibos en Lima (AVSHIL), la Asociación de Artesanos Shipibos
Residentes en Lima (ASHIREL) y la Asociación de la Comunidad Urbana Shipibo
Konibo de Lima Metropolitana (ACUSHIKOLM.) A pesar de tener estas tres asociaciones
y no solo una, los shipibos han intentado lograr objetivos como colectividad
dentro de la comunidad y de la sociedad. Entre estos objetivos como comunidad
se encuentran el esfuerzo por mantener su cultura viva y de esa forma ir
insertándose a la sociedad sin perder identidad.
En un inicio, generaban ingresos
económicos con la venta de lo que sabían hacer: sus artesanías, alimentos
típicos, servicios de chamanismo y pinturas. Actualmente, podemos encontrar
shipibos que se dedican a rubros diferentes por los estudios que han realizado
en la capital. Esta diversificación de actividades los ha ayudado a ir
consiguiendo los objetivos que como comunidad se han ido trazando. Uno de los
objetivos cumplido para la comunidad de Cantagallo es tener la primera Escuela
Intercultural Bilingüe en el país, reconocida por la Dirección General de
Educación Intercultural Bilingüe y Rural (DIGEIBIR).
Casa decorada con motivos shipibos - Cantagallo (Por: Ana Maritza Cortez) |
Otro logro importante para los
shipibos es la organización del Festival Intercultural de Integración “Shipibo
Soy”, que se viene realizando desde el año 2001 en la misma comunidad. Este festival
es el producto de la inserción de los shipibos en Lima, donde vienen
preservando su cultura e identidad, pero también incorporan elementos más
occidentales. Desde el año 2011, la comunidad tiene una página en Facebook
llamada “Comunidad Shipiba de Lima – Cantagallo” en donde integran información
de diversa índole: enseñan palabras en shipibo, generan comunicados para la
comunidad y promueven los eventos que organizan y de los que son parte
como comunidad.
Con la realización del Proyecto
Vía Parque Rímac, promovido por la Municipalidad de Lima, los shipibos de la
comunidad de Cantagallo tienen que ser reubicados para establecerse en el
futuro Parque Cantagallo, que según el proyecto en vigencia, constará de
aproximadamente 25 hectáreas. Además, contará con áreas verdes, anfiteatros,
instalaciones deportivas, local comunal, entre otros. Lo que esperan como
comunidad es que, en primer lugar, el proyecto y lo prometido por la
Municipalidad se concrete, posterior a eso que la creación de este parque sirva
también como punto turístico de la capital que les permita generar ingresos económicos.
Es decir, buscan que en el Parque
Cantagallo se imite lo que es la población shipiba en Ucayali, pero en la
capital; buscan ser “Un pedacito de la Selva en Lima”, generar una especie de
turismo vivencial donde puedan ser una alternativa para los turistas y peruanos
de ser un espacio donde se pueda ir a ver y visitar una cultura viva milenaria
con todos sus usos y sus costumbres. Esto aportaría a la sostenibilidad de los
shipibos, debido a la autogestión que realizarían de los servicios que puedan
ofrecer como comunidad.
En relación a la reubicación, los
shipibos han venido avanzando en un proceso largo junto a la Municipalidad de
Lima. Actualmente, ya tienen como respaldo el Decreto de Alcaldía N° 16,
publicado el 25 de diciembre, en el Diario Oficial El Peruano; en donde se
dispuso que los organismos involucrados adopten las medidas que sean necesarias
para implementar el reasentamiento de las familias y la formalización de su
propiedad. Existe aun así, temor por parte de los shipibos a que todo lo que
han avanzado se suspenda, debido a que todo el proceso lo han venido realizando
con la gestión de Susana Villarán.
La comunidad tiene el apoyo de la
Defensoría del Pueblo y del Instituto de Defensa Legal (IDL) que vienen acompañando
el proceso y así como los shipibos de Cantagallo, también están a la espera de
la firma del contrato entre las empresas OAS (construcción) y LAMSAC
(administración) para la posterior puesta de la primera piedra simbólica en el
nuevo espacio de reubicación shipiba. No se sabe dentro de cuánto tiempo
empezará la construcción del Parque Cantagallo ni mucho menos en cuanto tiempo
podrán ser finalmente reubicados, pero se espera que la firma del contrato se
de en los primeros meses de este año.
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